Los antes y después nos demuestran que grandes cambios son posibles y que todo se puede ver de otra manera cuando uno se siente a gusto en un ambiente. Y es que no sólo se transforma por completo la casa, sino también las formas de vivirla.
Sofía Álvarez Ponce (@estudiosofiaponce) fue la Arquitecta encargada de llevar a cabo la reforma completa y total de una cocina, un living y un pequeño baño, tres espacios pertenecientes a un departamento de 57m2 ubicado en el barrio porteño de Almagro, que cambiaron radicalmente ganando funcionalidad, luminosidad y modernidad.
Una de las premisas que tuvo como base esta reforma fue ganar luminosidad, funcionalidad y comodidad. Para eso, se decidió integrar la cocina al living-comedor, abriendo un gran vano en donde anteriormente se encontraba una pequeña puerta corrediza. La pared no se demolió por completo para dejar el espacio del lavadero separado del ambiente general, lo que permitió agregar una barra desayunadora, la cual se convirtió en el centro del hogar.
"La distribución original de la cocina fue respetada, desplazando un poco los artefactos
para lograr mayor espacialidad y mejores zonas de trabajo. La mesada termina en un mueble
escobero que actúa como límite, dejando al otro lado al lavadero y a la ventana corrediza que
inunda ese espacio con luz natural", explica a Para Ti Deco, Sofía.
Los muebles de cocina son de melamina color gris grafito con algunos detalles en madera maciza de Cedro con terminación de laca mate. Se utilizó, tanto en muebles bajo mesada como en alacenas, el sistema de buña a 45 grados para la apertura de las puertas, con el fin de evitar las manijas y lograr una estética más minimalista.
La mesada de Pura Stone color blanco paloma y los Subway blancos contrastan con los tonos oscuros de los muebles brindando una mayor luminosidad al espacio.
"Queriendo enfatizar el concepto de espacio integrado, se colocó en el piso el mismo porcellanato símil madera en toda el área común y se utilizaron los mismos materiales para el diseño del mueble de TV y guardado del living. De esta manera se logra un diálogo y armonía entre lo que antes eran dos ambientes completamente separados", explica la Arquitecta.
Y asegura que en lo que respecta al baño, al tratarse de un espacio con medidas reducidas y sin iluminación natural, se optó por el color blanco como protagonista para ganar luminosidad y amplitud visual. El revestimiento símil mármol se repite en piso y paredes para desdibujar los límites y la mesada en madera maciza de Petiribí con terminación de laca mate, tiene un quiebre que permite que el espacio sea más cómodo. Así mismo, se reemplazó la bañadera existente y la cortina, dejando en su lugar solo una ducha con una mampara de vidrio para darle más continuidad visual al ambiente.
"A pesar del característico movimiento de las zonas céntricas, este departamento de tres ambientes ubicado al contrafrente, se convirtió para el cliente en un oasis en medio del caos. Una vez dentro, los ruidos del entorno dejan de escucharse y la luz invade todo el espacio, haciéndote olvidar dónde está implantado", concluye Sofía.
