Cada edición de la semana de la moda es esperada por los seguidores del universo fashion. Con algunas bajas sorpresivas como la de la firma Marchesa (tras el destape escandaloso de Harvey Weinstein) y la de Tommy Hilfiger (que se presentará el Milán). Otros grandes del diseño siguen apostando a la pasarela de Nueva York.
Las reivindicaciones femeninas serán parte de los desfiles, con eventos dedicados al movimiento "Me too", promovido desde Hollywood, los mensajes o diseños en contra del acoso cobrarán visibilidad.
El talentoso Tom Ford fue uno de los primeros en debutar en la nueva edición que inaugura de manera oficial las colecciones otoño-invierno 2018-19 . Su propuesta colorida y excéntrica reinó en la pasarela con la estampa ochentosa de animal print.
Las lentejuelas brindaron un contraste de texturas a los diseños. Mini vestidos, trajes sastreros y la novedad, medias legging. Una oda al exceso vivido en Los Ángeles.
El guiño hacia los ochenta también se busco en la implementación del beauty look, con peinados recogidos efecto batido acompañado de vinchas anchas. Como complemento, argollas extra grandes y detalles metálicos en zapatos.
Tampoco faltaron los estampados de cebra o de serpiente, fusionados entre sí. Los total looks se repitieron en cada pasada.
La contracara de este éxodo de grandes diseñadores es el desembarco de nuevas marcas -como, Juicy Couture y Bottega Veneta- que debutarán en la pasarela. Uno de los más esperados: la elocuencia de Jeremy Scott
El diseñador norteamericano volvió al ADN de la firma con una colección extravagante, peculiar y con osadía futurista. La impronta del modisto tiñó de color cada uno de sus looks desde los pies hasta la cabeza.
No hubo tonos apagados ni piezas minimalistas: fue una fiesta de colores rosa, azul, naranja y amarillo, tanto para su presentación femenina como para la masculina. Estampas psicodélicas, géneros plásticos y de peluche cautivaron al público.
La novedad tanto en la colección de Tom Ford como en la de Jeremy Scott es la ausencia de tacos altos, las musas desfilaron en zapatos bajos, una tendencia que gana aceptación global.
La paleta flúo también fue parte del maquillaje de la firma. Sombras con pigmentos plata, verde y naranja.