La vida de Mex Urtizberea es la de un verdadero bohemio. Relajado, de esas personas que tienen sus tiempos a la hora de hablar y que es muy querida por sus amigos, el actor que tuvo célebres participaciones en ficciones como “Graduados” y “Viudas e Hijos del Rock and Roll”, ambas por Telefe. También brilló junto a Germán Paoloski en “Pura Química” por ESPN, que le hizo ganar dos premios Martín Fierro, y con Mariana Fabbiani en “RSM” por América TV.
Nacido un 25 de octubre de 1960, el papá de Violeta Urtizberea se crió en las calles de la coqueta localidad bonaerense de San Isidro, en 1988 compró su primera casa en San Telmo y en 2008 se mudó al barrio porteño de Caballito en donde encontró su verdadero lugar en el mundo. “Buscaba una casa grande, con terreno, donde recibir amigos. Acá encontré eso que tanto buscaba”, definió hace un tiempo en declaraciones a la Revista6. Y así fue.
La propiedad se convirtió en el epicentro de su vida y de las reuniones sociales en donde recibe con frecuencia, siempre que las condiciones sanitarias por la pandemia lo permitan, a seres queridos, amigos y colegas. “Me gusta cocinar, hacer fiestas, reuniones de todo tipo, cumpleaños, comuniones, bar mitzva”, definió con su característico humor.
“Todo lo hago por la gente que quiero. Me divierte, es una cuestión que viene de familia. En mi casa eran igual. Siempre estaba lleno de gente, se hacían obras de teatro y nunca faltaba algo para tomar o comer. Me quedó eso, que la gente que viene a mi casa se vaya contenta”, completó.
El corazón de la propiedad es sin dudas el espacio exterior en donde aprovecha cada uno de los metros cuadrados en donde la vegetación, compuesta por numerosas enredaderas y arbustos, es protagonista: pisos con piedras, bancos de madera, una pérgola de cañas de bambú y un mesón en donde se luce con sus preparaciones culinarias que son furor en Instagram.
Mientras tanto, en el interior, una gran chimenea invita a estar cerca en las frías tardes de invierno. Teniendo en cuenta que es músico, se pueden ver distintos instrumentos en la sala principal de la casa: una batería completa, guitarras sobre los sillones y un piano sirven para los ensayos con su grupo musical en donde despunta el vicio con esta rama artística.
Además, en la cocina se puede observar una amplia mesa para diez personas, estanterías de alacena, puertas antiguas y cerámicos blancos. La habitación es sencilla, con colores claros en las paredes y muchos libros.
Su hogar también se transformó en un espacio de trabajo ya que hace seis años transmitió en vivo “Sólo por hoy, pase lo que pase”, su programa que salía al aire por Metro los lunes a la noche. Allí, cada semana le abría las puertas de su lugar a un artista para una cálida entrevista.