El sueño de Roberto Funes Ugarte desde que arribó a Buenos Aires desde su Mendoza natal fue tener una casa propia que cuente con una fuerte personalidad. Fueron largos años de trabajo en los que el periodista ahorró para poder cumplir este deseo hasta que, una tarde, caminando por la localidad de Vicente López se enamoró de una propiedad. Hay que destacar que estaba en ruinas y en ese momento comenzó una tarea titánica de remodelación inspirada en el 1900 con el objetivo de devolverle su verdadera identidad y esplendor.
“Siempre tuve el sueño de tener mi casa propia y desde que llegué de Mendoza me prepuse conseguirla. Fueron veintipico años de esfuerzo. Esta casa la hice viviéndola: estuvo cinco años en obra y empecé todo un circuito para dejarla como fue en el 1900. Primero armamos las redes cloacales, las cañerías, el techo con piezas antiguas…”, contó el comunicador en una entrevista.
Detalles deco made in París
Si hay que buscar una palabra para definirla, la que mejor se adapta es elegancia. Se trata de un pequeño palacio con detalles decorativos de muy buen gusto y una iluminación cálida que genera un clima de intimidad. Uno de los primeros objetos que se ve al ingresar es un asiento tapizado con una tela que especialmente trajo desde Francia.
Es que luego de terminar la parte estructural de la obra, en un viaje que hizo a Paris fue sin nada de equipaje y compró todo tipo de artículos para decorar. Todo tenía especial sentido dándole a la casa ese esplendor que supo tener. Por otro lado, las obras de arte que cuelgan de las paredes son Mercedes Lasarte, su amiga pintora.