Recorrimos unos 30 kilometros desde Amman hasta llegar a la ciudad de Madaba en Jordania., donde se encuentra la Iglesia griego-ortodoxa de San Jorge. Hasta allí fuimos atraídos por el famoso mosaico de su piso que es la representación cartográfica mas primitiva de la antigua Palestina. El mosaico contiene un mapa que representa el Líbano hasta el delta del Nilo.
Desde el Mediterráneo hasta el desierto arábigo aparece el mar Muerto con dos barcos de pesca, varios puentes que unen las orillas del río Jordán, peces en el río que se alejan del mar Muerto, un león (casi borrado) cazando una gacela en el desierto de Moab, Jericó rodeada de palmeras, Belén y otras tantas ciudades y aldeas.
Quizá el mapa sirviera para ayudar a los peregrinos a orientarse en su camino a la Tierra Santa, pues ademas de los detalles geográficos, la descripción de Jerusalén es tan detallada que parece un mapa callejero. Muchos de esos miles de pequeños mosaicos, aún conservan sus colores originales porque no han sido teñidos con pigmentos, sino que sus tonalidades son propias de las piedras que utilizaron.
Para llegar hasta la Iglesia, debimos recorrer unas pocas cuadras de esta modesta y algo desordenada ciudad entre comercios dedicados al turismo y habitantes tranquilos que paseaban de manera confortable por sus calles.
La tranquilidad del lugar se contraponía con la orden del gobierno jordano de asignar custodia policial a todos aquellos contingentes de turistas que ingresen a Jordania. Nosotros habíamos sido sorprendidos con la incorporación de un policía a nuestro tour apenas cruzamos la frontera con Israel que se dedicó a acompañarnos durante toda la estadía.
Recuerdo aún la anécdota cuando nuestro guía para descontracturar la situación nos hizo una broma diciéndonos que la verdadera razon por la que ascendería un policía a nuestro vehículo era para protegerlo a él de los turistas. La realidad es que Jordania ha sido escenario de atentados yihadistas en los últimos años y protegen de esa manera al visitante de posibles ataques extremistas, de cualquier lobo solitario que empañe el repunte turístico, pues quieren continuar siendo uno de los destinos mas seguros en el inestable Oriente.
A unas pocas cuadras de la Iglesia de San Jorge, visitamos la Escuela del Mosaico, que forma a los artesanos en el arte de crear, reparar y restaurar cada pieza. Pertenece a la Fundación de la Reina Noor de Jordania, cuyo objetivo esta puesto en las personas con riesgo de exclusión social. Es el único proyecto de este tipo en Oriente, donde aprenden la técnica milenaria del arte del mosaico con harina-agua y venden sus productos al público.
Observando y fotografiando de manera cautelosa a la mujer jordana mientras recorría las calles de Madaba, es notoria la influencia del Islam en su idiosincracia pues dirige sus costumbres y tradiciones. Solo que ellas valoran la considerable libertad que gozan en comparación a la mujeres de otros paises de la región. Ellas pueden votar y educarse.
Y me voy de Madaba sintiendo la ternura y admiración que me despiertan las jóvenes de Oriente Medio por la entereza de saber sobrellevar la vida en un terreno agreste para la mujer. Me voy de Madaba, con la imagen en mi retina del mapa de mosaicos de la Iglesia de San Jorge, recordando a Quintin Cabrera cuando escribe: "Las ciudades son libros que se leen con los pies".