El Thyssen de Madrid presenta una exposición que combina diseños de Balenciaga con legendarias obras españolas.
Ya lo viste con Manolo Blahnik en Londres, la moda y el arte juntos son tendencia. El trabajo de los grandes diseñadores está en auge y así como Manolo tomó el the Wallace Collection hoy es Cristóbal Balenciaga quien tiene su propia muestra y esta vez es en Madrid.
Se trata de “Balenciaga y la pintura española” en el Museo Nacional Thyssen- Bornemisza (mejor conocido como "el Thyssen") donde se exhiben un total de 99 de sus trajes de alta costura junto a 55 grandes obras españolas, entre ellas Retrato de La duquesa de Alba de blanco (Goya, 1795). Todo reunido especialmente para la ocasión. Una muestra única para comparar atuendos de diferentes épocas y ver como Cristóbal Balenciaga se las ingeniaba para tener siempre una visión actual.
La recopilación de prendas y de obras fue un trabajo de seis largos años comisariado por Eloy Martínez de la Pera que fue quien tramitó los préstamos con museos prestigiosos como el del Museo Nacional del Prado y el Museo del Traje así como con colecciones privadas que por décadas mantuvieron las prendas cual tesoros familiares. ¿Su meta? Crear “un diálogo que no ha podido establecer hasta el momento ningún museo del mundo, es la conversación entre arte y moda más importante que se ha hecho hasta el momento y así lo van a atestiguar todos los que la vean”, señaló Martínez de la Pera.
Los trabajos de Balenciaga en el Thyssen dejan entrever la nostalgia por su tierra. En especial la época en que el diseñador (nacido en Guetaria) dejó Madrid y se asentó en París al estallar la Guerra Civil española. Cuentan que fue ahí donde sus raíces se vieron más reflejadas, ya que Cristóbal diseñó viendo de reojo y con nostalgia el trabajo de grandes pintores de su tierra natal. Esas obras lo inspiraron y hoy eso se ve vive en la muestra, con similitudes que asombran.
Balenciaga fue un creador que se animó a todo. No hubo género ni tono que se le resistiera. También supo pasar del negro absoluto al estallido de color. Todo siempre con la sofisticación que lo llevó a ser el elegido por la elite europea. Así, por el Thyssen se lucen sus vestidos de cocktail, algunos históricos de bodas y un mar de texturas como la organza y el terciopelo. Se pueden apreciar sus formas y reconocidas siluetas (midi, globo) que llevan su sello.
Bien llamado "el padre de la alta cintura" Balenciaga se retiró de la moda en 1968, negándose a subirse a le llegada de la moda prêt-à-porter.
La muestra, en combinación con las obras de arte, es una forma de conocer mejor al designer que le dio nombre y renombre a la casa que hoy lleva adelante Demna Gvasalia. Que hizo de "Balenciaga" un sinónimo de clasicismo e innovación y encumbró al diseñador como un fuera de serie, admirado por grandes talentos como Gabrielle Chanel y Christian Lacroix: “Balenciaga era el único couturier en el sentido más cierto de la palabra... El resto son simples diseñadores de moda”, llegó a destacar Lacroix.
Si estás por España, la muestra permanecerá vigente hasta el 22 de septiembre en el Thyssen de Madrid y la entrada cuesta €13.
También podés contar con un adelanto, una visita virtual vía https://static.museothyssen.org