La influencer Chiara Ferragni mostró uno de los accesorios de pelo que fue furor en los 2000: se trata del broche o claw clip, con el que en aquel entonces, el peinado que más se veía era un recogido effortless hecho con una torzada y rematado con esta pinza (que es, además, una de las herramientas más útiles para los peluqueros).
La italiana mostró su versión, con una media cola, peinado adaptable a melenas largas, medias y cortas que despeja el rostro y aporta volumen en la parte trasera de la cabeza.
Además, es súper fácil de hacer, con la posibilidad de dejar parte del pelo suelto.
El rodete "desprolijo" es uno de los peinados más populares y fáciles de hacer, muchas veces la solución para recogerse el pelo en cuestión de segundos. Con un buen broche tipo carey tenés un accesorio que adapta a cualquier look.
Otro recogido effortless que, en este caso, se lleva a la altura de la coronilla. El truco que hay que tener en cuenta con los broches es su tamaño de acuerdo a la cantidad de pelo. El otro es su forma según el peinado que nos vayamos a realizar.
Otro peinado semi recogido, con mechas en el rostro y con un broche de animal print.