El aceite de ricino proviene de una planta que lleva su mismo nombre. De su prensado se obtiene un espeso aceite rico en vitamina E y ácidos grasos que lo convierte en un potente fortalecedor. Sus propiedades son tantas, que no solo se aplica en las pestañas, también lo usan en el cabello y las cejas.
Un aceite rico en propiedades
Además de regenerador y fortalecedor, el aceite de ricino tiene propiedades antiinflamatorias, hidratantes, nutritivas y antimicrobianas. Lo que hace al aplicarlo sobre las pestañas es fortalecer el folículo piloso que es el que ayuda a conseguir espesor, fortaleza y mayor longitud. Otra cosa que logra es retrasar la caída y resaltar el pigmento del pelo, oscureciéndolas un poco.
¿Cómo se aplica?
Lo primero que debemos hacer es limpiar la sacara, no debe haber restos de maquillaje. Se puede humedecer el algodón con el aceite y pasarlo sobre las pestañas. Aunque lo mejor, es utilizar un pincel para poder aplicarlo desde su nacimiento. Se recomienda hacerlo todas las noches, la constancia es la clave.
En el cabello se puede utilizar de distintas formas
Como dijimos anteriormente, el aceite de ricino también se aplica en el pelo y puede hacerse de distintas formas. La primera es directamente sobre el cuero cabelludo, para estimular y nutrir el folículo. La segunda, es aplicando unas gotas en el acondicionador para hidratar el largo del cabello. La tercera es usándolo como máscara reparadora, una vez por semana, en largos y puntas.
