Cuestión de piel: las claves del skincare corporal
 

Cuestión de piel: las claves del skincare corporal

Cuestión de piel las claves del skincare corporal
Cómo armar una rutina de cuidado de la piel del cuerpo: el mercado ofrece un sinfín de productos pensados para cada necesidad y acá te contamos cuáles son algunos de ellos.
Belleza
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Cuando hablamos de skincare usualmente creemos que el término se refiere únicamente a la piel del rostro. Pero, como su traducción es "cuidado de la piel" también podemos hablar de la del cuerpo.

Hay todo un mundo de skincare corporal: rutinas básicas, otras especializadas y también las que se diseñan para quienes presentan alguna condición particular, como la dermatitis.

En el mercado contamos con muchísimos productos para cuidar la piel de la mejor manera, que contemplan cada paso de la rutina: desde la higiene, pasando por la renovación, la humectación, la hidratación y la protección. Hay de todo. La cuestión es, como siempre, saber usarlo.

La clave es usar cada cosa correctamente porque derivará en una piel sana, suave, luminosa y elástica.

1- Higiene

Para higienizar la piel del cuerpo contamos con jabones líquidos, espumas de baño y barras de jabón, las más clásicas.

En este punto hay que cuidar el tipo de ingredientes, sobre todo si tu piel es sensible. Por eso, optá aquellos que sean más gentiles, que contengan ingredientes emolientes y que no sean demasiado abrasivos.

Existen, incluso, geles de ducha formulados con aceites y cremas, con los que evitás el segundo paso en la rutina.

El momento del baño es ideal para preparar la piel para los pasos siguientes, porque abre sus poros y la deja lista para absorber los productos que le iremos aplicando a continuación.

2- Renovación

En este paso se aplican productos que renueven las capas de la piel, de manera de ayudar en su proceso de renovación.

Usualmente se trata de geles o cremas con micropartículas que ejercen una suave acción mecánica, y se deben aplicar semanalmente o, incluso, dejando más espacio entre una y otra aplicación, para evitar que la piel se irrite.

Este paso también se puede realizar en el momento del baño.

3- Hidratación

En el siguiente paso vamos a aportar agua a la piel para mejorar su capacidad de absorber humedad y nutrientes: así es como se define la hidratación, que se puede realizar a diario, idealmente después del baño.

En este paso podemos incluir cremas que contengan ácido hialurónico, ingrediente que puede multiplicar mil veces su tamaño reteniendo agua, el paso previo ideal para el que viene a continuación.

El indicador de que a tu piel le falta hidratación es la falta de luminosidad: si tu piel se ve opaca, es momento de hidratarla.

4- Humectación

Una vez que nuestra piel aumentó su capacidad de retener agua y nutrientes mediante la hidratación, es momento de aportarle cremas o lociones que contengan ingredientes, como aceites, ceramidas y vitamina E.

Estos le aportarán la grasitud necesaria para evitar que se seque, lo cual es el indicio de la falta de humectación de la piel.

Lo más recomendable es humectar la piel todos los días.

5- Cuidados especiales

Para las áreas de piel más gruesa y expuestas al roce como rodillas, codos y plantas de los pies, que deben hidratarse más seguido, conviene elegir fórmulas con activos que penetren en profundidad.

Con este tipo de ingredientes están las mantecas corporales, mucho más consistentes que las cremas, motivo por el cual su persistencia sobre la piel también lo es. No obstante, son muy poco grasosas y suelen estar elaboradas con productos naturales, lo que es sumamente beneficioso para la piel.

Podés aplicar las mantecas a diario en las zonas más afectadas de tu cuerpo.

6- Sellado

Los aceites corporales son menos conocidos que las cremas y geles, aunque cada vez más se instalan en las rutinas.

Están especialmente diseñados para nutrir al máximo la piel y, además, pueden ayudarnos a combatir problemas cutáneos o estéticos gracias a tu tipo de formulación.

Por ejemplo, existen aceites que protegen la piel de los rayos solares o de la sequedad causada por del frío del invierno.

Por su textura, al aplicarlos al final de la rutina, ejercen un efecto barrera, sellando todos los productos que colocamos por debajo, evitando que se evaporen de la piel.

Es importante destacar que, siempre que tengas dudas respecto a tu piel, lo más recomendables que consultes a un médico especialista, para que te evalúe de manera profunda, haga un diagnóstico y recomiende los productos indicados según tu problemática.

Fotos y videos: Pinterest

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