Es frecuente que, ante el temor que genera cortar demasiado el pelo, la idea sea ir por menos y cortar el flequillo.
Un gran paso para las que no solían tenerlo, dado que cambia bastante la apariencia pero, además, genera otros cuidados, entre otros cambios que sobrevendrán al corte.
Por eso, tenés que sincerarte con vos misma. Quizás parezca un sinsentido, pero hay algunas preguntas cruciales que deberías hacerte y reflexionar, antes de determinar si el flequillo es la opción correcta para vos.
1- ¿Te molesta tener pelo en la cara?
Tener flequillo significa tener pelo en la cara todo el tiempo. Claro, podés usar algunas horquillas o una vincha para ponerlo hacia atrás, pero eso requiere un esfuerzo extra. Si bien esto puede no ser un problema para algunas personas, otras pueden sentirse molestas ante la idea de tener pelo en la cara.
2- ¿Podés hacerte recortes regularmente?
Tu pelo crece constantemente y tu flequillo no será una excepción a esta regla. Por lo tanto, en un tiempom tu flequillo se alargará demasiado y caerá sobre tus ojos.
Si no podés comprometerte a realizar recortes regulares (generalmente, cada cuatro a seis semanas), probablemente el flequillo no sea para vos.
3-¿Sos propensa al acné?
Si estás entre quienes tienen tendencia al acné, es posible que debas evitar el flequillo. Desafortunadamente, incluso el prlo más sano podría aumentar el riesgo de acné, específicamente en la frente.
Una buena rutina de cuidado de la piel puede ayudar a anular esta posibilidad, pero recordá que esto requiere un compromiso a largo plazo.
4- Consultá a un profesional
Los estilistas son los expertos cuando se trata de flequillo y todo lo relacionado con el pelo. Sólo ellos estilistas pueden decirte realmente si debés hacerte flequillo, porque pueden tener en cuenta todas las cosas necesarias.
Por ejemplo, la textura, la longitud y la salud general de tu pelo. También puede considerar la forma de tu rostro al determinar si el flequillo podría o no ser una buena opción.
5- No todos los flequillos se crean de la misma manera
"Flequillo" es solo un término general para mencionar las diferentes formas en que podés cortarte el pelo para enmarcar tu rostro.
La forma de tu cara es la consideración más importante a la hora de determinar el tipo correcto de flequillo para ti. Aunque no existe una solución única para todos, las siguientes son recomendaciones basadas en la forma general del rostro:
Cara de corazón: considerá un flequillo tenue que ayude a alargar la frente y acentúe la curvatura natural de la barbilla.
Cara redonda: optá por un flequillo grueso y de barrido lateral para agregar longitud angular y alargar la línea de la mandíbula.
Cara larga: los flequillos pesados y rectos son una excelente opción porque crean un mayor equilibrio general en los rasgos faciales.
Cara cuadrada: probá con flequillos que rocen la parte superior de las cejas para optimizar tu equilibrio y simetría naturales.
Cara ovalada: la estructura de tu rostro soporta perfectamente casi cualquier tipo de flequillo.
El flequillo requiere un compromiso a largo plazo
Muchos peinados desenfadados sólo requieren un compromiso estándar de lavado y secado. Los flequillos no son uno de esos.
El compromiso más importante es tener en cuenta que vas a tener que realizar recortes regulares. Pero también necesitarás modificar tu rutina de cuidado del cabello para poder mantener saludables los mechones que enmarcan tu rostro y peinar tu flequillo todas las mañanas.
Los requisitos exactos de estilo varían según el tipo de flequillo, pero, la tarea te puede demandar entre 5 a 20 minutos.
Tu rutina de cuidado capilar debe ser impecable
El flequillo no es algo que podés esconder en una cola de caballo o en un rodete desordenado si tenés un día libre.
Siempre enmarcará tu rostro, al frente y al centro, por lo que una rutina de cuidado del cabello impecable es crucial. Para hacer esto, asegurate de estar utilizando los productos y herramientas adecuados.
El cepillo adecuado
¿Sabías que se diseñaron diferentes cerdas de cepillos para diferentes tipos de cabello? Si hasta ahora usabas el cepillo equivocado, cambiar al correcto te hará una gran diferencia. Generalmente, querrás optar por cepillos de cerdas de jabalí para cabello fino a medio y cerdas de metal para cabello grueso o rizado.
Utilice productos específicos para tu tipo
Los productos genéricos usualmente no están diseñados teniendo en cuenta tus necesidades específicas. Los especialistas asegura que podés mejorar la salud de tu pelo con solo cambiar a los productos adecuados.
Elegí las toallas ideales
Las toallas de microfibra son ideales para el cabello: seca más rápido, previene el frizz y preserva la textura natural del pelo. Ya es hora de dejar de lado la rutina de secado. Ahora, lo que va es apretar suavemente el pelo con una toalla, antes de envolverlo.
Fotos: Pinterest
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