A los 73 años murió Ivana Trump, la primera mujer de Donald Trump. Ella supo imponer sus estilismos hasta transformarse en un ícono en aquellos años. Su peinado recogido y voluminoso fue una de sus marcas personales. Cuidó su imagen hasta sus últimos días: hace tres semanas había ido a la peluquería.
Desde joven, ella impuso este peinado tan característico que fue su marca registrada. Usaba el pelo batido y luego lo levantaba con una especie de chignon abultado. A veces usaba la raya al costado o con tupido flequillo.
Otra de sus señas particulares era el rubio platino tan particular de su pelo. Era tan icónico en los años noventa que las mujeres iban a peluquería a pedir el color y el peinado de Ivana Trump.