"No me hice na-da, no sé cómo explicarlo. A veces bebo mucha agua, y otros días no”. Estas palabras las dijo la actriz Salma Hayek, que tiene 56 años. También abanderan la causa "sin pinchazos" Julianne Moore (61) o Julia Roberts (54), quien reveló haberlo probado hace diez años y haberse arrepentido porque le dejó cara de sorpresa perpetua, o Jennifer Aniston (53), quien también dijo haberlo probado pero, luego, decidió que no le gustaba porque “todas las caras se ven iguales y hace que las mujeres parezcan más viejas, con expresiones más duras”.
En cuanto a Jennifer Lopez, asegura que jamás usó la toxina botulínica, ni ningún tratamiento mínimamente invasivo, y que la salud de su piel se debe en buena parte a que desde joven limpia y protege del sol su rostro de manera ultradisciplinada.
Cómo hacen las famosas
Al verlas cuesta creerlo y la pregunta es: ¿Cómo hacen para verse tan bien? "Afortunadamente son muchas las celebrities que tienen acceso a ser tratadas por profesionales expertos y actualizados en armonización facial. En estos casos, los tratamientos realizados no modifican sus facciones y les permiten alcanzar resultados que denoten naturalidad, jovialidad y armonía sin que notemos absolutamente nada, sin que se vea esa 'huella estética”'", asegura la doctora Andrea Rey, especialista en Dermatología.
En este sentido, es posible recurrir a tratamientos que han mejorado (y mucho) con el correr del tiempo, con los que es posible obtener resultados óptimos: "Así como todas las especialidades de la medicina fueron evolucionando con el correr de los años, también lo hizo la medicina estética. Hace no muchos años se estilaba tratar estéticamente al rostro de forma parcial, abordando determinados signos del paso del tiempo, dejando a la vista otros que daban la señal de que aquella persona se había realizado algún procedimiento estético", aclara la doctora Rey.
Lo que se nota está mal puesto
Por definición la toxina botulínica no debería transformar ni cambiar la expresión si la técnica y la zona de inyección son las adecuadas. "Hoy ganamos muchísimo terreno en este área de la medicina, sumamos amplios conocimientos que nos ayudaron a comprender que la única forma de alcanzar naturalidad y armonía en los resultados es tratar de forma global todas las áreas de la cara que se modifican en el envejecimiento y ponernos en manos de profesionales altamente capacitados y entrenados en el tema", explica la doctora Andrea Rey.
No obstante, tiempo atrás se veían otros resultados y los tratamientos dejaban suficientes evidencias, en parte porque faltaba que ciertos procedimientos evolucionen lo suficiente: "Los conocimientos que hoy tenemos a nuestro alcance se desconocían, motivo por el cual no todos los resultados que se obtenían eran naturales".
Así aparecían resultados no deseados, como cejas exageradamente elevadas, pómulos exagerados y rostros poco armónicos. "Esto llevó a que muchas mujeres tengan miedo a realizarse procedimientos estéticos por los prejuicios que esto generaba en su entorno".
Según explica la especialista, hoy todo eso cambió, en parte porque "entendimos que para alcanzar esa naturalidad de la que hablamos, los resultados se deben evaluar tanto en reposo como en movimiento, estudiando entonces la cara en sus áreas no solo estáticas sino también dinámicas".
Por qué corremos tras el secreto de la "eterna juventud"
Estos cambios en lo estético se relacionan íntimamente con los sociales y culturales, explica la doctora Rey: "El hecho de que la expectativa de vida sea cada vez mayor y que por lo tanto nuestra actividad laboral/de productividad también se prolongue con los años, hace que nos sintamos cada vez más joviales y activos" y añade: "En este escenario, muchas veces no nos sentimos identificados con la imagen que nos devuelve el espejo y por lo tanto salimos en búsqueda de tratamientos estéticos que nos devuelvan esa jovialidad que nos identifica y refuercen así nuestra confianza en nosotros mismos", afirma.
Estos son solo algunos de los cambios que se presentan en el abordaje estético del rostro y que reflejan el giro radical que se ha dado en el diseño de planes de tratamiento estético.
Finalmente, la recomendación antes de realizar cualquier tratamiento: la consulta médica profesional que nos permita aprovechar la variedad de tratamientos posibles y que, entre paciente y médico, se elabore una respuesta personalizada: "Las herramientas de las que disponemos hoy en día para mejorar la estética de nuestros pacientes son mucho más amplias y nos permiten ser más específicos en cada indicación. De allí importancia de la consulta médica previa a realizar las prácticas estéticas para de esta forma homologar expectativas y desarrollar planes de tratamiento individualizados".
*Agradecemos la colaboración de la doctora Andrea Rey, especialista en Dermatología (@dra.andrearey)
