La versión "casera" de los tratamientos de belleza es una gran idea para ahorrar tiempo y dinero pero ¿son tan seguros y efectivos como pensamos?
Actualmente es posible resolver algunas cuestiones estéticas en casa, adquiriendo ciertos productos o gadgets, y apoyándonos en los tutoriales -que abundan en las redes- y nos brindan referencias y ejemplos de uso.
Podemos hacernos faciales, automasajes, peelings sin movernos de casa pero que podamos hacerlos, ¿significa que debemos? Varios expertos analizan los pro y los contra de los DIY (Do It Yourserlf) en belleza.
Cepillos y masajeadores de limpieza facial
Estos dispositivos son ideales para usar una misma, destinados a la limpieza facial ya que ayudan a la total eliminación de la suciedad del poro, que se muestra así reducido. "De este modo mejoran visiblemente la textura y el acné en pieles grasas y con tendencia acneica", explica la doctora Elena Martínez Lorenzo, dermatóloga de la Clínica Pilar de Frutos. Pero señala que, aunque son fáciles de usar, tenemos que tener precaución con la frecuencia de uso. "Lo ideal es no utilizarlos más de una o dos veces por semana, ya que pueden irritar si abusás de ellos".
Luego agrega un dato fundamental: "No conviene emplearlos si hay brotes de acné activos, ya que pueden empeorarlo o incluso desencadenar brotes mayores por el estímulo mecánico. Y siempre deben ir asociados a productos de limpieza suaves", finaliza.
Peeling químico
Ácidos como el glicólico o el salicílico son grandes exfoliantes aplicados de manera tópica. Se pueden encontrar productos de venta al público con estos activos en bajas concentraciones, en forma de cremas, sérums o geles.
Al usarlos de manera continua podemos lograr, de mediano a largo plazo, mejorar la textura de la piel, sobre todo si le sumamos tratamientos en gabinete para potenciar su efecto, según explica la doctora Lorenzo.
No es para nada aconsejable usar vos misma estos productos en concentraciones altas, ya que correrás el riesgo de encontrarte con efectos indeseados, como "hiperpigmentaciones postinflamatorias".
Blanqueamiento dental
El peróxido de hidrógeno (agua oxigenada) y el peróxido de carbamina son las dos sustancias que se emplean para realizar blanqueamientos dentales.
Actúan al penetrar a través de la superficie porosa del esmalte y oxidan las manchas, dejando el diente, en principio, blanqueado.
Hay que señalar que son sustancias muy abrasivas y que, mal aplicadas, quemar las encías y aumentar la sensibilidad del diente. Por esta razón los kits domésticos tienen sus cantidades reguladas por ley, "con una concentración de agente blanqueante tan pequeña que reduce su eficacia", sostiene la odontóloga Daniela Carranza.
Una de las famosas que, de vez en cuando, propone remedios caseros es Gwyneth Paltrow: según la actriz, el aceite de coco tiene poder blanqueador. "El aceite de coco no blanquea", explica Carranza, "a no ser que se mezcle con bicarbonato de sodio, con lo que se obtiene una especie de pasta similar al dentífrico. Pero es una práctica que también puede generar daños en el esmalte dental y no la recomendamos".
Manicura semipermanente
Uno de los tratamientos más populares que también tiene la opción de hacerse en casa, adquiriendo el set de esmaltes específicos y la lámpara UVA o de LED seca y fija el producto. Para Elena Comes, directora del centro Le Petit Salon, "los esmaltes y máquinas de secado, de 'nivel usuario', son menos efectivos que los que se usan en los centros". "Además", sigue, "retirar el esmalte puede llegar a ser complejo: para que penetre y actúe en este tipo de manicura hay que limar la superficie del esmalte y, si no sos profesional, podés dañar la uña. Creo que es uno de esos casos en los que lo barato, al final, sale caro", termina Comes.
Coloración capilar
No debería ser complicado, siempre y cuando sigas las instrucciones de uso al pie de la letra, "lo malo es que suelen ser muy genéricos, lo que puede dar pie a dudas durante el proceso y cometerse errores de difícil solución", explica la estilista Diana Daureo. "Suele ser un error muy común aplicar demasiado producto sobre la raíz y terminar con un color demasiado saturado", señala. Puede ser una solución si estás acostumbrada a teñirte en casa, pero siempre es aconsejable que lo haga un profesional.
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