El cactus es un tipo de planta que se desarrolla naturalmente en climas extremos: en el desierto soporta altas temperaturas en el día, que se contraponen a las bajas temperaturas de la noche. Ni hablar de la casi nula hidratación que recibe del ambiente, dado que en este tipo de ecosistemas, las lluvias son muy poco frecuentes. Pero esta planta que hoy tanto utilizamos para decorar nuestros ambientes ha encontrado su camino en la evolución para poder sobrevivir.
Es así que, por ejemplo, sus raíces son finitas y blandas, para permitir la absorción del agua con mayor facilidad y aprovechar las escasas lluvias que se dan en los climas áridos en los que crece. A su vez, su tallo es carnoso y almacena por mucho tiempo toda el agua que haya podido absorber.
Teniendo en cuenta esta capacidad de retener la hidratación, hay marcas de cosmética natural que, tras estudiarlo, lo han incorporado a sus diferentes productos como un ingrediente estrella.
Y resulta que al combinarlo con otros ingredientes hidratantes, como el Aloe Vera orgánico, más aceites de plantas naturales, ha demostrado es capaz que hidratar la piel en profundidad reactivando su propia capacidad para almacenar la humedad.
A través de su acción, la piel se nutre, se refresca y se humedece hasta 24 horas. Como tiene una base acuosa, los productos derivados del cactus tienen texturas ligeras, no grasas y de fácil absorción.
Así que si lo que estás necesitando es una máxima hidratación, buscá productos que lo tengan entre sus ingredientes, para pasar vos misma por la experiencia de cómo impacta en el cuidado de tu piel.
