La manicura semi permanente es uno de los tratamientos estético con más demanda y marcó una verdadera revolución en el mundo de la belleza. Además de su gran durabilidad, las uñas permanentes son elegantes y se pueden lucir de infinitos diseños y colores, en uñas cortas y largas y -si están bien ejecutadas- con un resultado muy natural. Con este esmaltado podemos hacer cualquier actividad sin miedo a que se deteriore fácilmente.
Ventajas
El gel de la base va directamente sobre las uñas protegiéndola, al mismo tiempo que la fortalece y permite que el esmaltado esté siempre intacto. Con las uñas permanentes podemos trabajar, usar el teclado o estar de vacaciones sin temer por su durabilidad o que el esmalte se arruine. No necesita ningún tipo de mantenimiento en casa, aunque lo ideal es poner aceite de cutículas y crema hidratante para que las manos luzcan más hidratadas y, por tanto, más lindas.
Durabilidad
El esmaltado de uñas permanente puede durar 20 ó 30 días, dependiendo del crecimiento de la uña. Transcurrido ese tiempo es necesario acudir a nuestra experta de confianza a que nos haga el mantenimiento correspondiente.
Materiales
Además de desinfectante de manos, necesitamos gel base, esmalte permanente, top coat, lima, palito de naranjo, quitacutículas (raspador y alicate) y, por supuesto, una lámpara de luz UV o LED (la diferencia entre ambas es el tiempo de secado). Siempre es aconsejable elegir centros de los que tengamos referencias a través de la experiencia de otras usuarias, para no caer en manos inexpertas.
Aplicación
Primero hay que preparar la uña con la lima, para darle forma y conseguir el largo deseado, y retirar la cutícula. Luego, con la uña bien limpia y desinfectada, aplicar la base coat y secar en la lámpara UV o LED.
El proceso continúa aplicando el esmalte permanente con acabado gel en las uñas y secar de nuevo en la lámpara (lo mejor es aplicar dos capas). Por último, aplicar el top coat para proteger el esmalte y conseguir ese efecto gloss, que nos fascina, y secar también.
Lo ideal es aplicar al final un poco de aceite específico para cutículas o de argán, que es vitamina pura para conseguir unas uñas sanas y fuertes.
Cómo retirarlo
La opción más segura y eficaz es hacerlo en el centro de belleza, donde tienen productos específicos y conocen las técnicas correctas para retirar los productos, que se deben manipular con manos expertas para evitar lesiones.
Desventajas
Aunque duren un montón, sean comodísimas, nos permitan ahorrar tiempo y queden impecables, las uñas permanentes también tienen algunos inconvenientes. La principal es que pueden debilitar la uña en un uso prolongado, pero nada que no pueda reparar un reparador de uñas y tomarse un descanso entre esmaltado y esmaltado de vez en cuando. El precio también hay que tenerlo en cuenta, ya que los esmaltes permanentes son más caros y para retirarlo lo ideal es acudir al salón de belleza.
Recuperación de las uñas luego de su uso
Además de dar un descanso a la uña es fácil recuperarlas con un poco de mimo y unos productos básicos. Además de una buena alimentación y beber agua (básico para que el pelo y las uñas crezcan sanas), hay que hidratarlas bien con la crema hidratante de manos más algún aceite natural, como el aceite de ricino e incluso de oliva.
Si están muy débiles es aconsejable comprar un endurecedor, de los que se aplican como un esmalte, y también cuidar las cutículas con un aceite específico que aplicaremos con un pequeño masaje hasta su total absorción. Hay bases hidratantes con vitamina E y keratina que reforzarán la hidratación y protección de la uña al mismo tiempo que le aportarán brillo.