En los últimos tiempos pudimos apreciar el surgimiento de un producto capilar destinado al tratamiento: las mascarillas o máscaras.
Con el fin de conocer su utilidad y cómo usarlas de la manera más indicada, fuimos en busca de la opinión de una experta en cuidado capilar: Georgina Buscaglia, quien nos dio un informe pormenorizado de este producto, además de indicarnos cómo usarlo para que -realmente- cumpla con su fin.
"¿Sabías que la salud de tu cabello depende de la máscara que elijas? No todas los cabellos son iguales y lo mismo ocurre con las máscaras capilares. Cada tipo de cabello tiene necesidades específicas y acá te ayudo a descubrir cuál es la mejor para vos", comienza diciendo Buscaglia, quien presenta esta guía a continuación.
1. Pelo seco: hidratación al rescate
El cabello seco puede volverse frágil y sin brillo, pero con la máscara adecuada, podés revitalizarlo en minutos.
Clave del éxito: las máscaras ricas en nutrientes son tus mejores aliadas. No sólo humectan, sino que también nutren en profundidad, devolviendo elasticidad y suavidad.
Tip: aplicá desde la mitad del cabello hacia las puntas para evitar engrasar el cuero cabelludo.
2. Pelo graso: ligereza y control
Si tenés el cabello graso, sabés que es fundamental no sobrecargarlo. Las máscaras ligeras y refrescantes son perfectas para equilibrar la producción de grasa y mantener tu cabello suelto y manejable.
Clave del éxito: optá por fórmulas con texturas gelificadas o acuosas que no aporten peso y dejen una sensación de frescura.
Perfecto para vos: productos con cítricos o mentol, que purifican sin resecar.
3. Procesados por alisados o keratinas: necesitás recuperar la hidratación
Si tu cabello ha sido sometido a procesos químicos agresivos como alisados y keratinas, lo que más necesita es hidratación profunda. Estos tratamientos pueden dejar la fibra capilar deshidratada y sin vida.
Lo que necesitás: máscaras ultra-hidratantes que devuelvan la suavidad y flexibilidad que el calor y los productos químicos le han quitado.
Tip: usá esta máscara a lo largo de toda la fibra capilar, evitando tocar de manera directa tu cuero cabelludo.
4. Cabellos decolorados: ¡reparación urgente!
¿Decoloraste tu cabello? Entonces sabes lo delicado que queda después de este proceso. Es uno de los daños más fuertes que puede sufrir el cabello, y necesita reparación intensa.
Cómo salvar tu cabello: las mascarillas reparadoras son esenciales para restaurar la fibra capilar, devolviendo fuerza y resistencia.
Tip: busca productos que reparen desde el interior, fortaleciendo cada hebra.
5. Cabellos coloreados/teñidos: brillo y protección del color
Si tu cabello está teñido, lo último que querés es que pierda el brillo o se desvanezca rápidamente. Las máscaras protectoras de color son tus mejores aliadas para mantener el color vibrante y duradero.
Protegé tu color: estas máscaras sellan la fibra y prolongan la intensidad del color, además de hidratar, en su mayoría vienen con protección UV para evitar el desgaste del color a través de estos rayos.
Tip pro: aplicarlas después de cada lavado para mantener el brillo.
Dale a tu pelo lo que realmente necesita
Cada tipo de cabello y daño requiere un cuidado específico. La clave está en conocer qué necesita el tuyo y en elegir productos que trabajen a favor de su salud. ¡No todas las máscaras son iguales, y la adecuada hará que tu cabello luzca increíble en poco tiempo!
Recordá que el acondicionador sólo desenreda y aporta suavidad, pero tu cabello necesita ser tratado en cada lavado con algo mucho más específico que eso.
Las máscaras son para usar a diario, un cabello procesado o adulto ya necesita de máscaras para poder mantenerlo equilibrado y cuidado. Si es la adecuada no tiene por qué generar acostumbramiento ni pesadez.
Agradecemos a Georgina Buscaglia, especialista en color y cuidado del cabello
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