Para trabajar en la parte superior del rostro en la sesión de Yoga facial es posible utilizar una herramienta, GuaSha.
Con ella, la experta Carolina Winograd explica lo que es el "scraping” (fricción), para liberar la tensión en los músculos y la fascia y, ayuda a reducir las adherencias.
Su objetivo es prevenir y mejorar la apariencia de las arrugas, especialmente las líneas mímicas, que se forman en la frente y en el entrecejo.
Al final, de la mini rutina, se hace un drenaje linfático que ayudará a relajar la cara y, además, la mente.
Para esta rutina vas a necesitar:
-Preferiblemente una Gua-Sha que tenga dientes. Si no tenés Gua-Sha, usá tus manos para masajear y drenar, y tus nudillos para friccionar.
- Un hidrolato, tónico o agua termal.
- Un aceite facial, que sea súper nutritivo para tu piel.
Preparación
- Rociar el rostro con el hidrolato, y luego aplicar una pequeña cantidad de aceite. Es importante que nunca uses Guasha sin antes aplicarte un poco de aceite en la piel. Para distribuirlo, hacé una O larga y estrecha, y luego arrastrá los dedos desde el mentón hasta las comisuras internas de los ojos, y desde allí continuá el arrastre hasta orejas. En la frente, aplicalo con los dedos con un movimiento de apertura, y finalizá llevando todo a la clavícula.
Primero:
Comenzá friccionando el entrecejo. Con una mano en la frente, vas a generar espacio entre las cejas, sosteniendo con los dedos las cejas y los tejidos. Vas a usar la Guasha de forma horizontal o levemente inclinada, ubicando los dientes sobre la glabela. Usá la Guasha así en esta zona porque, de esta manera, podés trabajar mejor sobre las adherencias y las arrugas más profundas, mejorando la circulación sanguínea, oxigenando los tejidos y favoreciendo la producción de colágeno y elastina de forma natural. La presión debe ser constante, pero no muy intensa.
Lentamente, empezá a subir jugando con la inclinación de la Guasha, sintiendo cómo la tensión muscular empieza a ceder, y cómo liberás también tensión y adherencias en fascia.
Seguí subiendo hasta la línea de crecimiento capilar, y luego repetí el mismo movimiento en toda la frente, empezando la fricción en cejas. Vas a hacerlo siempre respirando profundamente. Si detectás nudos o focos de tensión, quedate friccionando en la zona un poco más, disolviendo esos bloqueos energéticos.
No te olvides de friccionar los laterales y las sienes.
Segundo:
Con la Guasha acostada vas a masajear las cejas desde el extremo interior al exterior, eliminando tensión y toxinas del músculo orbicular de cada ojo. Repetí el movimiento 4 veces más. Y hacé lo mismo en la otra ceja.
Tercero:
Nuevamente, con la Guasha acostada vas a masajear en sentido ascendente toda la frente, trabajando sobre fascia, abriendo espacios para que la energía fluya. Luego drená linfa, colocando la Guasha acostada en la mitad de la frente, con un movimiento de apertura hacia las sienes, para finalmente descender hacia la clavícula. Hacé este movimiento 5 veces y, repetimos seguidamente del otro.
Al finalizar, cerrá los ojos y percibí el estado de tu rostro.
Hidratate, preferentemente, con agua templada con un poco de jugo de limón.
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