A Candela Vetrano la vimos crecer, desde “Agrandadytos” (1999) pasando por las series infanto juveniles de Cris Morena: “Rincón de luz”, “Floricienta”, “Chiquititas sin fin”, “Casi ángeles”, “Super Torpe” entre otros éxitos hasta roles tan comprometidos como el de Anna Moretti en la novela Argentina tierra de amor y venganza.
A fin del año pasado, Cande estrenó vía streaming Candente online con mucho éxito. "Es una sátira a los programas de compras de la televisión por cable llena de humor inteligente y crítica social escrita por Eduardo Morales que me acercó Adrián Diaz de Mona Multimedia, que amé hacer", dice la actriz que interpretó a 12 personajes desopilantes y estudió 24 monólogos para grabar tan sólo en 2 días. Hoy, dice: "Se viene un año lleno de desafíos y cosas que me divierten hacer, ya pronto descubrirán una nueva faceta en mí".
-¡Hay rumores fuertes de que vas a participar en Masterchef!
-MasterChef es mi programa favorito de la tele. La está rompiendo y sí, me divertiría hacerlo. Tiene algo único, te enseña y te entretiene. De esta temporada amé a Vicky Xipolitakis y a El Turco García que era uno de mis favoritos pero se fue. Ojo, de Vicky soy fan hace mil años (se ríe).
-¿Sos buena en la cocina?
-Me gusta la cocina, de hecho en la cuarentena cociné bastante pero soy soy muy de la receta. Mi novio prueba mis platos, es como mi jurado de Masterchef, jorobamos con eso toda la cuarentena.
Por ejemplo, él pasa por la cocina si estoy cocinando me dice: “Le falta sal. ¡Y se va! ¿Perdón?". (N.de R: Andrés Gill es su pareja desde hace 5 años; también es actor con una carrera arraigada en Italia).
Actuar siendo niño: la escuela de Cris Morena
-De pequeña trabajaste en varios proyectos de Cris Morena, una mujer de la televisión que supo abrirse camino en un medio lleno de hombres. ¿Qué recordás de esa etapa?
-Cris es una escuela súper exigente. A mí me pasaba que yo quería ser una niña normal pero también me gustaba actuar. Cris Morena es como la factoría perfecta para adquirir todo lo que querés y lo que te interesa en un mismo proyecto.
Nosotros bailábamos, cantábamos, actuábamos, es súper exigido. Ella siempre tuvo equipos excelentes con gran calidad humana y tengo hermosos recuerdos.
-No sé si está en tus planes ser mamá pero, ¿aceptarías que tus hijos trabajen desde tan pequeños?
- ¡Me re veo como mamá! Creo que es una experiencia re linda para vivirla ya sea con alguien o sola porque tuve una muy buena referencia. Me dan ganas. Y con respecto a que trabajen los niños en ficción no creo que sea lo más recomendable.
Yo creo que el chico no tiene que tener la responsabilidad del trabajo. ¡Ojo! ¡A mí la ficha me cayó más de grande! Laburar desde chica exacerbó esa predisposición que yo tenía de ser muy responsable y auto exigente.
La profesión en los tiempos que corren
-En los últimos años, con todo el movimiento de mujeres, el humor y los chistes machistas se están repensando. ¿El humor también se deconstruye?
-Todos nos estamos deconstruyendo. Cuando hice Candente lo elegí porque había un mensaje detrás de ese humor. Hoy en día uno no puede hacer chistes con cualquier cosa pero me interesa cuando autores como Edu Morales encuentran la medida correcta entre humor, quizas ácido y con crítica social.
-¿Cómo ves el rol del actor hoy?
-El rol del actor está cambiando. Hay que estar abierto, pienso que está bueno autogestionarse, no quedarse esperando el llamado. Me parece más interesante cuando uno se imagina qué es lo que quiere hacer y lo concreta. Estoy experimentando justo eso. Tampoco descarto incursionar en la producción.
-Los streamings como el que hiciste y las series web ganaron espacio durante la pandemia, ¿la televisión está agonizando?
-Luego de la pandemia, la televisión va a tomar otra forma. El hecho que uno se tenga que sentar en un horario determinado a ver una serie creo que eso ya murió porque uno tiene ofertas de entretenimiento todo el tiempo a través de otros lados.
Volver de Europa en pleno cierre de fronteras por la pandemia
-Cuando comenzó la pandemia estabas de viaje en Europa, ¿lo pasaste mal?
-Estaba en Barcelona con una amiga que recién se había separado. Nuestro viaje duró sólo cinco días. De repente me di cuenta que se estaba pudriendo todo y tuvimos que comenzar a pensar en cómo volver. Pensá que el miedo que hoy uno le tiene al virus no se compara con el miedo de aquel momento. Quedé varada dos días en un aeropuerto en Frankfurt, me largué a llorar porque el avión no salió porque habían vendido tickets de más. Fue una experiencia muy angustiante.
-Pero cuando lograste regresar tu pareja tuvo un gran gesto de amor...
-Sí, mi novio se sacrificó por amor, sí. Hizo la cuarentena conmigo. La verdad es que fue un gesto muy romántico eso. Fue toda una situación fea la que había vivido y se sentía como si uno volviera de una guerra. Al principio debo decir que fue re divertido, después la cuarentena se convirtió en lo que todos sabemos (se ríe). La pandemia trae un nivel de profundidad en la pareja que hace que se vuelva un equipo si querés seguir porque todo se va modificando. Pero somos grandes compañeros y amamos mucho.
-Todos dicen haber descubierto algo en la cuarentena...
-Soy muy movediza y en la cuarentena pude descubrir un poco la calma, justo lo contrario. Aprendí que me puedo organizar. Descubrí la meditación a la mañana y cierta espiritualidad que me parecía necesaria para pasar este momento.
Ser feminista y poder decirlo
-En ATAV (Argentina, tierra de amor y venganza) interpretaste a una mujer de los años 40 y se tocaban temas muy actuales como el aborto, la violencia de género, el machismo. ¿Cómo es tu relación con el feminismo?
-Durante la pandemia, me saqué el miedo a decir que soy feminista. Yo relacionaba la militancia con una persona que va a las marchas y tiene cierta euforia. Pero entendí que hay otra forma de militar, que se puede hacer sin imponer pero sí diciendo lo que a una le parece. Me amigué con decir que soy feminista. Jamás me pensé dependiente de un hombre porque siempre fui muy independiente.
El feminismo me está haciendo mejor persona, mejor mujer. Me refiero a que una tiene de antes esa competitividad, de sentirse mas fea o mas linda que otra. Las mujeres tenemos que atravesar este momento juntas, un momento donde todo está en jaque y arriba de la mesa y donde todo lo que uno pensaba puede que no sea así. No nos tenemos que perder este momento.
La militancia junto a los jóvenes actores
-Durante la cuarentena también conocimos tu rol dentro de la comisión directiva de A.C.T.A (Asociación Civil de Trabajadores del Arte), esta nueva asociación de actores jóvenes que luchan por generar diálogos y nuevas reformas en lo laboral para los trabajadores del arte. ¿Cómo surge esto?
-Estoy dentro de la comisión de comunicación: El presidente es Gastón Sofritti (él trajo la idea) y también está Peter Lanzani (vice director). Surgió también en el contexto de la pandemia, de la preocupación que teníamos varios actores, compañeros del arte por el parate que sufrimos. Nos comenzamos a involucrar más desde las reglas, lo legal, los derechos y a informarnos. Coincidimos en que hay varias cosas por cambiar y que desde nuestro lugar podíamos hacer algo.A.C.T.A me dio esperanza. El objetivo es fomentar el trabajo y que haya buena comunicación entre todas las partes. Hay problemas que vienen de antaño y con la pandemia quedaron más expuestos.
-¿Qué pasa con la Asociación Argentina de Actores? ¿Hay algún choque o son compatibles?
-Entendemos que lo que hace la Asociación Argentina de Actores lo vienen haciendo desde hace mucho tiempo de un modo que les funcionó pero también creemos que hay varias cosas que se tienen que cambiar. Nosotros soñamos con una mesa enorme donde todos podamos charlar de los problemas que tiene nuestra industria para encontrar soluciones en conjunto.
Producción: Marité Rizzo.
Fotos/videos/edición de videos: Chris Beliera.
Peinó: Juan Manual Cativa para Mala Peluquería (@malapeluqueria).
Maquilló: Marianela Fidalgo (@marianelafidalgo).
Ropa: De Miracolo, Valentina Karnouby y adidas.
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