Mientras prepara un café con tostadas y se dispone a arrancar la entrevista en su casa, repite en voz alta y anota algunos ingredientes que necesita para un postre que va a preparar a la noche y explica: "Hasta la semana que viene no cocino en Masterchef pero en estos días tengo que practicar varias recetas".
-Veo que te estás tomando muy seriamente tu participación en Masterchef Celebrity 2....
-¡Obvio! Te aseguro que nunca cociné tanto en mi vida (se ríe).
-¿Te costó tomar la decisión de aceptar formar parte del certamen?
-En realidad me habían llamado para la primera edición del programa, tuvimos un par de charlas y no sé bien porqué quedó ahí, no se concretó la propuesta. Cuando volvieron a convocarme les aclaré: "Yo no soy ninguna experta en cocina" porque es la realidad: jamás hice un curso, nunca compré libros de cocina para realizar sus recetas… Te digo la verdad: a mi me gusta más comer que cocinar.
-Y ahora estás todo el día creando nuevas recetas, aprendiendo de repostería...
-Sííí…. ¡Ahora estoy a full! El problema es que después tengo la mala suerte de que me tocan ingredientes como los de anoche: ¡riñones y kale!… Es casi imposible lograr algo rico con esa combinación.
Mirá el backstage:
-Sin embargo, no estuvo mal tu plato y zafaste de la gala de eliminación del próximo domingo.
-No sabés el alivio que sentí. ¡Una alegría increíble! Por ahora vengo invicta: jamás tuve que cocinar un domingo.
-Y en tu casa tenés un coach personal: Gianni, tu hijo cocinero, te ayuda con el "entrenamiento".
-Gianni es un capo total: el sí cocina en serio y bien. Está en otra liga. Pero te aclaro que no es chef profesional, jamás estudió cocina. Es un autodidacta que empezó a probar recetas a los 10 años -ahora tiene 26- sólo porque le generaba curiosidad. Así terminó cocinando de todo. El me enseñó desde qué tipos de cortes de carne existen hasta qué cocción elegir según la verdura que me toque en el programa, pasando por la explicación de cada utensilio que tengo en mi estación. Lo positivo de este proyecto es que nos unió mucho y es lindísimo poder compartir este tiempo con Gianni.
-¿Cómo te llevás con el resto de los participantes? ¿Ya se armaron grupos?
-No, no hay grupos, estamos todos muy unidos. Nos llevamos muy bien y siempre decimos que parecemos compañeros de colegio porque nos divertimos como en un viaje de egresados. Además es un grupo que tiene un común denominador -excepto Claudia (Fontán) que cocinó con chefs como Trocca y Cristophe- y es que somos muy parejos en la cocina: todos sabemos más o menos lo mismo.
-¿Te pasa de mirar el programa en tu casa y decir: "Tendría que haber preparado tal plato" o "Qué pena que no le agregué una salsa"?
-Me pasa pero es muy simple opinar desde la comodidad del sillón de tu casa. El desafío es cocinar ahí, con 3 minutos en el mercado para elegir lo que necesitás y el tiempo, mínimo, que el jurado te da para cada plato. No es como en tu casa que vas 20 veces a la heladera y, si se te ocurre agregarle un condimento a último momento, vas y lo buscás en la alacena. Te aseguro que es muy difícil cumplir con los objetivos de cada programa: yo la noche anterior a cocinar no duermo de los nervios que tengo. A veces llego a las 21 de grabar y me pongo a cocinar hasta la 1 am.
Un jurado fan de La ola verde
-Hablemos del jurado…. ¿Tenés buena onda con los tres o sentís que Germán Martitegui es el villano de Masterchef?
-(Se ríe) Nooo… ¿Cómo va a ser el villano? Es exigente, eso sí. A veces puede resultar un poco áspero en sus devoluciones pero yo creo que es muy justo. La verdad es que son excelentes los tres y siento que son muy respetuosos conmigo. Es más, Germán y Damián me confesaron que eran fans míos y miraban La ola verde.
-¡Pero Germán tiene tu edad, Flavia!
-Bueno, a lo mejor lo miraba con un hermano más chico, un primo menor… ¡Qué sé yo! Pero Damián sí tiene la edad de mis fans: tendría 5 o 6 años cuando yo arranqué -en 1986- con La ola está verde y después La ola está de fiesta.
-¿Sentís que son auténticos o creés que cada uno interpreta un personaje que es funcional al show?
-¿Sabés por qué no puedo contestarte eso? Porque soy de las pocas participantes del programa que no los conoce de antes. O sea: jamás tuve contacto con ellos hasta que empezó Masterchef. No tengo idea cómo son ellos en sus restaurantes, en sus vidas, nunca compartí una comida con ninguno de los tres… Pero supongo que sí, que son auténticos. No siento que estén interpretando personajes.
-¿Y a vos no se te pasó la cabeza de armar algún juego de seducción con Germán? Algo parecido a lo que hizo Vicky Xipolitakis el año pasado, por ejemplo.
-¡Ni loca! No es mi estilo, jamás lo haría. Ojo, no la juzgo a Vicky: me parece genial que cada uno juegue a su manera. Yo soy una persona que tiene una característica muy particular: nunca juzgo a la gente. No me interesa. Cada uno sabe lo que hace y porqué y yo lo respeto. Pero desde el día 1 en Masterchef me propuse ser auténtica, no uso estrategias ni intento seducir a nadie, tampoco congraciarme con el jurado: mi único objetivo es cocinar cada vez mejor.
Un emprendimiento que nació en pandemia
-¿Cómo surgió la idea de lanzar tu propia línea de trajes de baño?
-Nació en plena pandemia -exactamente en junio del 2020- y creo que fue un poco producto del encierro y de la falta de actividad: eso estimuló mi creatividad y me permitió volver a confiar en mi instinto, algo que hacía años que había dejado de hacer. En agosto arranqué con los diseños, empecé a buscar telas y luego talleres para confeccionar y el 16 de septiembre lancé los primeros 150 trajes de baño en 6 modelos.
-¿Se vendieron bien?
-Muy bien. ¡Fue una gran sorpresa! Jamás imaginé que iba a tener tanta repercusión. Y no sólo hablo de las ventas, ¿eh? También recibo muchas consultas, mujeres que me preguntan si tengo talles para ellas -¡Obvio que tengo talles para todas!- o si les recomiendo comprar un modelo en negro o en leopardo. Yo trato de responder cada uno de esos mensajes porque creo que esa es la impronta de mi marca: que la gente sepa que soy yo la que está detrás de este proyecto y las puedo aconsejar como una amiga. Es algo “casero” por llamarlo de alguna forma y así se va a mantener.
-¿Y en invierno vas a seguir con los trajes de baño o tenés pensado sumar nuevas prendas?
-Para Ti tuvo la primicia del lanzamiento de mis trajes de baño y ahora va a tener una exclusiva más: hoy (jueves 11 de marzo) lanzó una línea de leggins y tops que no son sólo para entrenar, ¿eh? El concepto de estas prendas es el mismo que propongo con los trajes de baño: convertir estas piezas en una opción urbana. Es decir, las podés usar para entrenar, hacer yoga o correr pero también para ir una fiesta o una comida con sólo agregarle un blazer, unas lindas botas y algunos accesorios de noche. ¡Espero que les gusten tanto como los trajes de baño!
Flavia mamá
-Hablamos un poco de Gianmarco, tu hijo menor, pero todavía no te pregunté por Giulianna, la mayor….
-Giuli tiene 32 años, es arquitecta, trabaja mucho, le va muy bien y es muy bajo perfil. Jamás subo fotos de ella porque me mata: odia la exposición, Pero somos súper unidas.
-¿Y ella te apoya en estas nuevas facetas de cocinera y empresaria?
-¡Muchísimo! El otro día me reía porque vino a comer con su novio y, claro, Gianni y yo habíamos preparado unas entradas, plato principal, postre, una torta. ¡El novio estaba fascinado! Giulianna miraba esa cantidad de comida asombrada y le aclaraba: "Te aviso que esto no es lo habitual en esta casa. Nunca pasó".
Mirá la ocurrencia de Flavia:
-¿Hace mucho que está de novia?
-Un año.
-¿Te imaginás siendo abuela?
-No me lo imagino ahora pero sé que es algo que puede pasar en cualquier momento. No la noto a Giulianna apurada por tener un hijo y me encanta que sea así: es una decisión que tienen que tomar juntos y cuando ambos se sientan preparados para ser padres. Yo sólo disfruto de que ella sea feliz.
-Tu hijo Gianmarco se fue a vivir a Dinamarca el año pasado… ¿Vuelve o ya se queda en la Argentina?
-En dos meses se instala definitivamente Copenhague.
-Va a ser dura la despedida después de estos meses conviviendo y cocinando juntos todos los días…
-Ay… ¡No quiero pensarlo! Él se fue en agosto del 2020 a vivir a Dinamarca y te juro que las primeras semanas fueron durísimas: hubo días en que no podía levantarme de la cama de la tristeza que tenía. Y te aseguro que yo no me deprimo con nada, he pasado por mil situaciones terribles y siempre salí adelante pero, cuando Gianni se fue del país, sentí una angustia enorme. Por eso, cuando en noviembre logré hacer todos los papeles para viajar, me fui a verlo y no te imaginás lo que disfruté ese viaje, el reencuentro.
-¿Fue difícil el trámite para entrar a Europa?
-Yo tengo pasaporte europeo y Gianni tuvo que demostrar que vive allí y, de esa forma, me autorizaron. Lo explico también para que muchos padres -que están en la misma situación que yo- sepan cuáles son los requisitos porque hoy, en pandemia, todo es mil veces más complicado. Creo que eso también genera más angustia: el no saber cuándo van a cerrar las fronteras ni por cuánto tiempo. Es muy duro tener a un hijo tan lejos.
Una historia de amor que ya tiene 8 años
-Hace un tiempo publicamos una nota sobre Luis Scalella, tu pareja, y contamos quién era el hombre que conquistó a Flavia Palmiero. Te cuento que estuvo entre las más leídas durante casi una semana…
-(Se ríe) Luis me preguntó por esa nota… Estaba como sorprendido de que Para Ti escribiera sobre él.
-Ahora vas a tener que contarnos tu historia de amor pero en primera persona: no tenés opción.
-Un poco lo sospeché… Bueno, la cosa es más o menos así: Flor de la V me invitó a su casa cuando sus hijos cumplieron un año -en el 2012- y allí lo conocí a Luis. Tenemos muchos amigos en común así que él se me acercó a hablar, charlamos un rato y, cuando estaba por irme, me dijo: "Espero que esta vez respondas mi mensaje y aceptes salir a comer". Yo medio que me quedé, no entendía de qué hablaba.
-Es decir que él ya te había invitado a salir y vos lo habías ignorado por completo.
-¡Se ve que sí! ¡Me enteré en ese momento! (se ríe) Pero obvio que no iba a aceptar una cita con alguien que no conocía, una propuesta que llegaba de un número que no tenía agendado en mi teléfono. Así que bueno, a partir de ese momento me empezó a llamar y mirá lo que es la vida: la primera comida la hicimos en Tegui.
-¿Y qué te enamoró de él?
-Desde el primer momento nos divertimos mucho juntos y eso me resultó seductor. También esa cosa de tener amigos en común me dio como seguridad, sentía que era alguien en quien podía confiar y eso es importante para mí.
-¿Nunca se plantearon convivir?
-El año pasado convivimos en pandemia. Pero bueno, fue como una situación especial: yo arranqué el aislamiento el 6 de marzo el año pasado porque llegué de Europa con dolor de garganta asi que me hisoparon y mandaron a aislar. No tenía covid pero me asusté mucho, era un momento en que todavía se sabía poco sobre la enfermedad y bueno, nos quedamos en casa, solos. Así que fue una convivencia medio forzada.
-¿Una mala experiencia?
-No, no, para nada. Pero no es lo que elegimos para siempre. O sea: nos gusta que cada uno tenga su casa, su espacio y eso nos permita vernos sólo cuando tenemos ganas. Estamos muchísimo tiempo juntos pero yo no soy muy fan del ensamblaje familiar y siento que, el que te lo cuenta como algo ideal, inventa.
-¿Luis tiene hijos?
-Sí, hijos y nietos pero son grandes y viven en Estados Unidos. Mis hijos se llevan genial con Luis y él con el resto de mi familia, compartimos comidas, asados todos juntos pero está bueno que sea una elección que hacemos los dos. Tal vez más adelante sentimos la necesidad de convivir pero, por ahora, no nos pasa. Estamos perfecto así.
-¿Él opina sobre Masterchef? ¿Le gusta que hayas aceptado la propuesta?
-Sí, me apoya mucho. Él entiende que a mí me gusta trabajar y creo que eso, si bien a veces lo cansa, también lo valora.
-¿Lo cansa, por ejemplo, que cocines hasta la 1 am?
-Exacto (se ríe). Me pregunta: "¿Hasta qué hora vas a cocinar hoy?". Y no sólo eso: el día que estoy probando una receta me siento en la compu con el diseño de la nueva colección de trajes de baño… Admito que soy muy obsesiva. Y ojo: él también tiene su carácter. Es cabrón, malhumorado…. Y no hay ningún hombre que no quiera ser el centro en la vida de su mujer. Por eso, yo siempre le digo: es mejor vernos cuando los dos tenemos ganas y tiempo para dedicarle al otro.
-¿Es celoso Luis?
-No, ninguno de los dos es muy celoso. Creo que llegar a los 50 años te da tranquilidad y madurez. Yo siento que antes me exigía armar planes, tener salidas o me dejaba arrastrar por gente que necesita estar en actividad permanente. Hoy los dos disfrutamos de una comida rica, una copa de vino y mirar una serie en casa. Ese es un plan perfecto para Luis y para mí.
Fotos: Christian Beliera
Producción: Marité Rizzo
Peinó: Carmen Da Silva para Cerini
Maquillaje: Maurcio Camilo @mauriciocamilomaquillador
Ropa: Cher y Levi´s
Edición video: Cristian Calvani
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