Flor Torrente ama la moda y se nota: elige cada una de las prendas que va a usar para el Book de la Semana Para Ti y sugiere cómo combinarlas, disfruta de las propuestas de la productora y cuando posa se la ve cómoda y segura. "A mí siempre me encantó meterme en el vestidor de mi mamá, le robaba toda su ropa y así andaba por la casa", cuenta la actriz entre risas y agrega: "En realidad yo soy una apasionada del arte y siento que la moda es, justamente, eso: arte".
-¿Siempre tuviste una buena relación con tu mamá (N.De R: es hija de Araceli González?
-Sí, la verdad es que somos muy compañeras.
-Ella tuvo COVID este año, en febrero, ¿tuviste miedo de que le pasara algo?
-No tuve miedo porque mi mamá es una persona súper sana, que se alimenta bien, hace ejercicio y trata muy bien a su cuerpo y eso me generaba seguridad: sabía que iba a vencer al virus porque ella es fuerte. Pero, claro, es una enfermedad que dispara muchos miedos así que intentamos contenerla, acompañarla y abrazarla a la distancia. Estuvimos todo el tiempo muy conectadas y hoy, por suerte, está totalmente recuperada.
El club Helicia: una comunidad que crece
-Tengo la sensación de que sos una persona muy activa y con una agenda repleta de actividades….
-Sí, soy un poco así. De hecho, vengo de tres años muy intensos, de mucho trabajo, sin vacaciones así que arranqué el 2021 poniendo un pequeño freno y con pocas ganas de volver a esa vorágine. A ver, que quede claro: ¡Amo trabajar y voy a seguir haciéndolo! Pero necesité estos meses para descansar y definir cómo seguir de ahora en más.
-¿Hablás de la televisión o de Helicia, tu línea de ropa y accesorios?
-Me refiero a lo artístico porque Helicia está a full: ¡trabajamos más que nunca! El 2020 fue un año espantoso pero la empresa creció un montón. La pandemia nos llevó a lanzar nuevos productos que funcionaron muy bien así que no puedo quejarme de nada. En cuanto a la televisión, tengo una propuesta dando vueltas por ahí, también se supone que voy a hacer teatro -a fines de abril en el Microteatro- y a filmar una película en junio… Pero es difícil saber si todo eso realmente se va poder concretar con el panorama actual. Yo hoy vivo el día a día y siento que hay que estar permeable a que todo cambie de un minuto a otro.
-¿Te costó adaptarte al aislamiento el año pasado?
-Creo que el año pasado fue un buen momento para indagar mucho en nosotros mismos y eso hicimos Agustina (Bruzón) -mi amiga y socia en Helicia- y yo: aprovechamos para empezar a analizar qué quería nuestro cliente y cómo podíamos satisfacerlo. Así creamos el club Helicia donde hacemos meditaciones y charlamos con psicólogas, astrólogas, nutricionistas y biodecodificadoras y logramos generar una comunidad que creció y es cada vez más sólida.
-Lanzaste una línea de buzos y Tomás Kirzner, tu hermano, fue uno de los modelos de la campaña… ¿Cómo lograste convencerlo de posar?
-(Se ríe) Ay… ¡Que gracioso! ¡Un genio Toto! Fue algo muy casero porque las fotos las sacó mi mamá con el celular pero creo que quedó lindo porque se nota que fue, justamente, así: espontáneo y auténtico.
Curiosa y apasionada
-Diseñás ropa y joyas, actuás, cantás, modelás, entrenás… ¿Cómo tenés tiempo para todo?
-¿Viste? ¡Hago rendir mucho las horas del día! (Se ríe). Lo que pasa es que yo soy fan de aprender, considero que es tanto lo que debo saber que vivo leyendo e informándome. Además, hay mucho que deconstruir así que también le dedico tiempo a eso: construir nuevas estructuras bajo otros paradigmas.
-¿Sos de tomar cursos?
-Sí, claro… ¡Muchos! Estudié pintura, dibujo y ahora, por ejemplo, tomo un curso con Sergio Fernández, un psicólogo que habla de los 15 hábitos para tener una vida próspera pero no en función del dinero sino de tu calidad de vida. A esa abundancia se refiere y es súper interesante. Me gusta la idea de descubrir cómo funciona mi cuerpo, porqué es tan importante elegir lo que consumo y algo que aprendí en este tiempo: el valor de darle amor a nuestro cuerpo.
-¿Eso incluye realizar actividad física, por ejemplo?
-Entre otras cosas. Nuestro cuerpo es la máquina que nos permite estar en actividad asi que hay que cuidarla y darle amor y energía. Yo elijo varias disciplinas a la hora de entrenar: participo de una clase que mezcla boxeo y artes marciales, voy a yoga, juego al paddle y ahora empecé básquet.
-¿Siempre te gustaron los deportes?
-El básquet lo descubrí con mi novio: le regalé un aro, la pelota y de pronto me encontré jugando con él… ¡Y me encanta! Cuando era chiquita jugaba al paddle con mi papá y ahora retomé porque un amigo abrió unas canchas que son increíbles: todas de vidrio asi que sentís que estás en el exterior, rodeada de verde. Un día lo llamé a mi papá y le propuse que retomemos juntos y se súper enganchó con el plan asi que tenemos nuestro encuentro semanal de paddle. Más noventoso imposible (se ríe).
Una historia de amor que nació en pandemia
-Contanos cómo conociste a Guido Iannaccio, tu novio….
-La verdad es que nos conocimos en el 2019 por trabajos en común y siempre tuvimos buena onda pero nada más. El año pasado nos reencontramos y, no sé, pasó algo mágico: ¡Nos enamoramos! A veces las cosas suceden cuando tienen que suceder y no necesariamente en el primer encuentro.
-O sea: lo de ustedes es un auténtico amor de pandemia.
-Obvio y te agrego un dato: nuestra primera cita fue a través de un Google Meet. Somos algo así como el ejemplo mismo del amor en tiempos de cuarentena. Después algunas charlas virtuales nos animamos a encontrarnos en persona y la realidad es que ya no nos separamos más así que decidimos convivir bastante rápido. Los dos compartíamos el deseo de mudarnos a una casa, tener un jardín, mucho verde y conectar un poco con la naturaleza después de tanto tiempo de encierro. La verdad es que el 2020 fue un año tan difícil que encontrarnos fue un hermoso milagro.
-¿Y cómo van llevando la convivencia?
-¡Muy bien! Enamorarnos en esta circunstancia es algo extraordinario y muy desafiante: nos conocimos en el encierro y hasta tuvimos COVID juntos. ¡Fue todo muy intenso pero funcionó! Más allá de esta realidad pandémica, nos complementamos bien y creo que eso clave para que el vínculo fluya y se fortalezca… Además de amarnos mucho, claro.
-¿Sentís que hay algo en particular que te une a él?
-Sí, claro: el interés por la introspección. A lo mejor uno, cuando se vuelve más grande, comienza a observar cosas que antes le pasaban desapercibidas… Yo hoy siento que es importante compartir ideología, pensamientos y formas de vida. Los dos estamos en un modo reflexivo, de análisis, meditación y también de hacernos muchas preguntas.
-¿Creés que la pandemia tiene algo que ver con este modo en el que se encuentran?
-¡Obvio! A partir de lo que vivimos el año pasado y estamos viviendo actualmente nos surgieron mil interrogantes del tipo: ¿está bien lo que hacemos? ¿Es lo que realmente queremos hacer? Creo que es imposible transitar esta crisis mundial sin que te afecte de algún modo. Te aclaro: a lo mejor tenemos más preguntas que respuestas pero, poder acompañarnos en estas dudas, es súper interesante y también enriquecedor para ambos.
-Qué bueno que los dos estén en la misma sintonía
-Total. Eso es fundamental. Nosotros somos una pareja que comparte todo: miramos documentales juntos, nos informamos e intentamos aprender. Queremos dejar de hacernos los boludos con lo que pasa en el mundo, en el planeta y probar hacernos cargo de nuestros errores para corregirlos. Eso también se traslada a lo cotidiano: nos dividimos las tareas domésticas -algunas las realizamos juntos y otras por separado- y nada resulta forzado, es muy armónico.
-¿Qué documentales miran? ¿Algo para recomendar a las lectoras de Para Ti?
-¡Varios! Tomen nota: Seaspiracy y What the health -ambos de Netflix-, Heal y One Strange Rock (en Amazon) y hay un corto que me gustó mucho y no pueden dejar de ver: Ram Dass. Ahora me escribió una amiga -que vive en Australia y que está muy metida en la biodiversidad, en el reciclaje, sabe mucho sobre la contaminación del océano y todo lo que estamos destruyendo del ecosistema- y ella me recomendó 2040 asi que supongo que lo veremos este fin de semana.
-¿Miran programas de televisión abierta?
-Muy poco. Pero te aclaro: no es de snob. Siento que nada de la televisión abierta me atrae... Al menos hoy, mañana no lo sé.
Trabajar por el bien común
-Supongo que ya comenzaron a preguntarles, a vos y a Guido, cuando van a tener un bebé…
-Sí y siento que es un mandato como de otra época: te vas a vivir con tu novio, te mudás a una casa, tenés un perro y después llega el bebé. ¡Como si ese fuera el orden natural de las cosas! Entiendo que, para algunas personas, esa regla funcione, ¿eh? No es que lo juzgo. Pero no es para todos igual. Nosotros, al menos, por ahora, lo que tenemos es ganas de estar juntos y compartir experiencias como viajar -cuando se pueda, claro-, disfrutar de nuestra casa y de nuestro noviazgo. Es hermoso seguir descubriéndonos. A mí me encantaría algún día tener una hija o un hijo, pero no ahora: siento que no es el momento.
-¿Cómo imaginás tu vida en 10 años?
-¿Sabés que ésa es una de las preguntas que me hago en este último tiempo? La realidad es que hoy trabajo para, en 10 años o antes, estar en un lugar mucho más consciente y descubrir cuál es mi propósito en esta vida. Yo creo que es importante entender por qué y a qué vinimos al mundo.
-¿Pensás que vas a estar abocada a algún proyecto en particular?
-Espero estar trabajando en lo que me gusta y poder vivir de esa actividad. Ese siempre es uno de mis objetivos. Pero también querría dedicarme a tareas que me hagan bien a mi y a alguien más, trabajar en proyectos que me resulten interesantes y, a la vez, sean productivos y útiles para otras personas. Espero estar empapada de aprendizajes, experiencias y aventuras. Quiero estar rodeada de gente con linda energía y haber formado una familia feliz pero, a la vez, real. Es decir: que tenga defectos y virtudes, alegrías y peleas… ¡Como ocurre en las familias de verdad! Pero, básicamente, espero en 10 años ser una mejor persona.
Fotos: Chris Beliera
Producción: Marité Rizzo
Videos: Cris Calvani
Maquilló: Mery Pastore Camino para Frúmboli Estudio (@merypasotrecamino)
Peinó: Marco Bustamante para Supernova Peluquero (@supernova_peluqueros)
Ropa: Kostume, Sadaels, Lali Ramírez y Helicia
Agradecemos a Fundación Patagonia Flooring-Design y Art Center