Fue el desfile más esperado de las semana de la moda de París, y no defraudó. Sobre los techos de la ciudad Luz, Virginie Viard condensó los 100 años de la casa francesa en una colección tributo a la icónica chaqueta de tweed.
Chanel nos tiene acostumbradas a pasarelas montadas en escenarios únicos: una playa, un resort en plena montaña nevada, un bosque, un supermercado, una librería... Y ahora nos invitó a dar un paseo entre las azoteas de París.
El Grand Palais se ambientó con los techos de la ciudad Luz para presentar una colección que le rindió tributo a los 100 años de historia de la maison.
La incónica chaqueta de tweed se la presentó en todas sus versiones, para el día y la noche. Y con ella Virginie Viard armó toda una colección entera.
Pero también hubo vestidos estampados con la silueta de los famosos edificios parisinos, muchos diseños en denim y outfit con la técnica del patchwork.
La nota de color del desfile la dio la intrusa que casi al cierre se unió a las modelos y que Gigi Hadid logró echar de la pasarela.