Son muchos los beneficios que esta disciplina brinda, no solo para la mente sino también para el cuerpo y la respiración. ¿Sabías que si lo practicas a menudo reparas notablemente la salud de tu piel?
Está comprobado, el estrés es uno de los factores que provocan el envejecimiento prematuro de la piel y la aparición de espinillas, granitos o manchas. Expertos coinciden en que el yoga ayuda a disminuir este sentimiento de tensión emocional o física y además, mejora el sistema digestivo y circulatorio.
De esta manera, cuando tu organismo tiene un mejor flujo de sangre, la piel se vuelve brillante de forma natural. No te olvides que la dermis pierde su elasticidad fácilmente por lo que será positivo incorporar ejercicios faciales. También hay diversas asanas que ayudan a oxigenar el cuerpo y a eliminar toxinas.
¿Cuáles son las posturas que más benefician a la piel en esta disciplina? Leé con atención:
1. Perro boca abajo: debés ponerte en cuatro sobre la esterilla, con las manos apoyadas en el suelo y los dedos abiertos. Fundamental que ambos pies estén separados a la altura de las caderas. Luego empujá la pelvis hacia arriba, estirando brazos y piernas, subiendo isquiones y rectificando la espalda.
2. Vela: boca arriba, colocá las palmas de tus manos en la parte baja de la cintura. Tomá impulso y elevá las piernas hacia arriba, la espalda debe estar recta y el peso del cuerpo sobre los codos, nunca en el cuello.
3. Pinza: Las piernas deben mantenerse estiradas para bajar poco a poco hasta abrazar los talones de los pies. Con el mentón hacia el pecho, así relajas el cuello, dejarás colgar tu cabeza boca abajo. Para que esto funcione los pies no tienen que separarse. Eso sí, no te exijas… hasta donde llegues.
Probá estas técnicas y contanos los resultados, queremos saber. Un cuerpo fuerte, flexible y una piel saludable es la consecuencia de una práctica continua.