Arquitectos y diseñadores de interiores nos muestran sus propios home office, esos rincones privados que ahora -lejos de sus estudios- los encuentran trabajando en casa.
JOSE LUIS ZACARIAS OTIÑANO Y JULIO OROPEL
El espacio de trabajo que comparten el diseñador José Luis Zacarías Otiñano y el arquitecto Julio Oropel está ubicado en la original dependencia de servicio de un departamento racionalista de 1935 en el barrio de Retiro. El ambiente fue el resultado de una ampliación: se demolieron un placard y se ganó espacio de un pasillo y un lavadero, generando un gran escritorio. La ventana original se reemplazó por una raja con iluminación de piso a techo. El lugar tiene pisos de madera -apenas escondidos bajo una alfombra bordada comprada en un viaje a la India- y las paredes, puertas e incluso el cielo raso se pintaron de riguroso negro, para generar un efecto de caja. Las bibliotecas y el plano de escritorio están realizados en madera natural de 2 pulgadas de espesor. La mesa de trabajo tiene 4 y 1/2 metros de largo e integra en ambos extremos a las bibliotecas que van de piso a techo. Las sillas son del modelo Toledo, de Jorge Pensi. En un rincón del espacio, un sillón retro tapizado en lino color piedra con vivo negro (género de Compañía del Comercio) propone un asiento extra. Las paredes negras suman además unas obras de arte enmarcadas en cajas álamo, en un rico contraste. La lámpara central es de opalina blanca y sobre el escritorio se le suman unas lámparas dirigibles de iluminación puntual.
JORGE MURADAS
El home office del arquitecto Jorge Muradas ocupa un espacio luminoso dentro de su dormitorio, debajo de una ventana que lo baña de luz ya que da un verde pulmón de manzana. La mesa de trabajo es bien informal: una tabla de madera de 2,20 metros de largo montada sobre caballetes. A su lado, el toque de diseño lo da la mesa auxiliar Container de la firma Magis: una cajonera con ruedas color rojo shocking que se puede girar con facilidad y permite guardar diferentes objetos. "Ahí guardo todos los enchufes, cargadores y demás elementos tecnológicos, entre otras cosas", dice Muradas. Otro organizador interesante es el que completa la mesa de trabajo por debajo de la ventana. "Armé una tira de madera dividida en módulos que me permite guardar y organizar papeles y elementos de librería", describe. La silla es una Aluminun alta, comodísima y con diseño de autor. Junto al escritorio se encuentra la biblioteca principal, con todos sus libros y revistas de arquitectura a mano. "Uso mucho este espacio cuando estoy en casa. Es muy cómodo porque al estar dentro del eje que conforman mi dormitorio, el vestidor y el baño en suite, puedo aislarme en esta suerte de área privada. Y desde que empezó la cuarentena es mi lugar fijo de trabajo en casa", cierra Muradas.
AGUSTINA ALLENDE POSSE
La arquitecta cordobesa elige hacer home office en un rincón de su dormitorio. "Me encanta trabajar en este espacio dentro de mi cuarto porque el verde y el aire se meten por las ventanas. Es un rincón muy cálido", dice. El ambiente está definido por una bellísima alfombra turca que se estira sobre el piso de madera. Acompañan además la biblioteca de petiribí con los libros preferidos para tener siempre a mano y un cómodo sillón de bambú con posapiés. A su lado, un tronco de madera natural le da apoyo a la bandeja de café o mate, y por detrás asoma una lámpara de lectura muy net, con cuerpo cromado. "Siempre tengo además a mano una manta; a veces me relajo un rato respirando profundo y me tapo los pies para estar más cómoda. Me siento super afortunada de poder trabajar en un espacio tan acogedor, que me inspira y me conecta al 100% con mis proyectos", expresa.
SANTIAGO BERTOTTI
"Este es el lugar favorito de mi casa", dice el arquitecto cordobés Santiago Bertotti. Su rincón de home office está ubicado en el estar de diario de su casa, con un sofá en "L" súper cómodo y una mesa robusta mesa ratona diseñada en una altura mayor que las normales; todo sobre una alfombra de fibras.. "Aquí acomodo mi notebook y también las libretas que colecciono y uso para bosquejar ideas. Incluso los libros y revistas que voy comprando primero pasan por esa mesa y después encuentran su lugar en la biblioteca", dice. "Es mi lugar de inspiración total y en el que trabajo muy a gusto mientras me quedo en casa", termina.
JUDITH BABOUR
Un rincón del living de su coqueta casa de 1930 es el lugar elegido por la diseñadora de interiores Judith Babour para continuar con sus proyectos de deco desde la comodidad de su hogar. Allí instaló su computadora personal apenas se decretó la cuarentena. El ambientes es muy cálido, con paredes en color neutro, muebles de madera natural, un cómodo sillón tapizado en lino y almohadones que aportan textura. La mesa baja ovalada de metal patinado con una pata, tiene la altura justa para trabajar cómodamente. Por detrás, la ilumianción extra la suma una estilizada lámpara del diseñador Sergio Iscowitz, de Astor Iluminación.