Hay prendas que me gusta usar todo el año y este kimono es una de ella. Pero para llevarlo con temperaturas por debajo de los 10 grados requiere de cierto ingenio. Ok, tampoco me rompí la cabeza pensando con qué combinarlo. Fui a lo seguro con básicos negros.
Ya son varias temporadas en las que esta versión occidentalizada del tradicional kimono japonés dice presente y yo soy feliz porque es una de mis prendas favoritas. Viste cualquier look y las flores grandes, los bordados y las telas estampadas te aseguran alegría en tu outfit.
Es una prenda muy versátil y funciona genial cuando llevas un look básico estás por salir y se te ocurre ponerle un poco de onda a tu día.
Mi kimono es de Zara y lo adoro porque el verde es un color que nos queda muy bien a las morochas. Además la sensación de la cortina de flecos bailando al compás de mis pasos ¡me encanta! Durante el verano lo usé hasta el cansancio y ahora es uno de mis complementos favoritos a la hora de llevar un look con personalidad sin hacer mucho esfuerzo.
Polera de lana y pantalón sastre negro son muy buenos compañeros para esta prenda. Es que en este caso el kimono tiene una función meramente decorativa porque no abriga nada. Sirve para repararnos del rocío en una noche de verano, pero esa cualidad desaparece cuando el termómetro perfora los 10 grados.
Los stilettos rosa fuerte son el contraste de color ideal para verme audaz, divertida y con mucho color a pesar de llevar básicos en negro. Cuando usas este tipo de calzado dejar los tobillos al desnudo siempre es un buen recurso para verte más estilizada. Soy fanática de los zapatos de color. Me parecen femeninos, elegantes y ¡con mucha onda!
Por Marité Rizzo