Con el verano cada vez más cerca, poner a punto los exteriores para convertirlos en espacios más acogedores, frescos y encantadores es casi una prioridad. Las plantas con flores coloridas ocupan un papel casi protagónico cuando se trata de darle vida al jardín, patio o terraza y es por esta razón que las búsquedas sobre cuáles son las especies ideales crecieron exponencialmente en las diferentes plataformas de inspiración.
La Santa Rita -también conocida como bungavilla- es sin dudas una de las plantas más buscadas del verano gracias a su espectacular floración capaz de apoderarse de muros, rejas, pérgolas e incluso fachadas creando increíbles paredes repletas de vívidos colores.
Originaria de los bloques tropicales de América Central y América del Sur, esta planta arbustiva y trepadora puede florecer sin problemas durante toda la primavera y el verano en las condiciones adecuadas.
Sus flores son su mayor característica y la razón por la cuál cada vez más personas la eligen para decorar sus exteriores. Si bien es más común que sean de un fuerte color magenta, también se las puede encontrar en blanco, amarillo, naranja, rosado o rojo.
Cuidados de la Santa Rita en exteriores
A pesar de ser una especie fuerte y resistente, necesita de algunos cuidados específicos para poder crecer y desarrollarse correctamente y así desplegar su intensa floración.
Ubicación: esta especie que necesita sol pleno para poder crecer sana y con mucho color. Al ser muy sensible al frío, se recomienda plantarla en zonas que den al norte o noreste y en el invierno cubrirla con arpillera para protegerla de las heladas.
Temperatura: le sientan bien los climas cálidos que oscilen entre los 16 ºC y 32 ºC, pudiendo florecer prácticamente durante todo el año.
Riego: la Santa Rita no es muy exigente en lo que respecta a sus riegos. En invierno se recomienda dejar absorba el agua de la lluvia mientras que en verano lo ideal es regarla una o dos veces por semana y siempre evitando mojar sus hojas.
Sustrato: le sientan muy bien los suelos fértiles y no tolera aquellos que sean calcáreos.
Poda: las ramas quemadas o dañadas por las heladas deben podarse con la llegada de la primavera y es principalmente por una cuestión de mantenimiento.