Algunos dicen que es el jurado de MasterChef Celebrity favorito del público -porque es didáctico, empático y cariñoso con los participantes- pero la realidad es que Betular es un maestro pastelero obsesivo y exigente que, además de lidiar con actores y cantantes en el reality de Telefe, es el chef principal del Palacio Duhau Hyatt. En una entrevista exclusiva habló de todo, incluso de un posible futuro con hijos aunque aún hoy ser padre no es una necesidad para él.
Damián Betular es, tal vez, el maestro pastelero más prestigioso de la Argentina. Comenzó su carrera en el 2003 (luego de egresar del Instituto Argentino de Gastronomía), se perfeccionó en Londres y Nueya York y hoy es el chef principal de uno de los mejores hoteles de la Argentina: el Palacio Duhau Park Hyatt.
Sin embargo, cuando uno le pide que elija su postre preferido su respuesta sorprende: “Yo me quedo con una buena ensalada de frutas con helado de crema americana”. Y ante la inevitable sorpresa de esta periodista, Damián explica: “Es que soy una persona muy simple a la hora de comer. A mí me interesa mucho la calidad de los ingredientes pero no necesito postres o platos elaboradísimos. En mi casa no puede faltar salsa de soja, salsa de ostras y un buen arroz porque amo la comida oriental y, con esos tres ingredientes y alguna cosita más, preparo lo que quiero. ¡¿Vos pensabas que desayunaba macarons hechos con mis propias manos todas las mañanas?!”
-Y…. un poco sí. Tenía medio esa fantasía.
- (Se rie) Nooooo….. A mí, a la mañana, me das un mate y una tostada y estoy hecho. Lo sofisticado lo dejo para Masterchef.
-Contame un poco como estás viviendo el súper éxito de Masterchef Celebrity. Creo que es el único programa de aire que llega a 20 puntos de ráting, como ocurrió en la última gala de eliminación.
-¡A mí hacer este programa me hace muy feliz! Imaginate el orgullo que siento por este programa. La realidad es que arrancamos con mucha expectativa pero no sabíamos cómo iba a ser la respuesta del público y aquí nos ves…
-Yo veo el programa con mis hijos, seriamente, esperamos ansiosos la gala de eliminación como si fuera la final del Mundial y sospecho que no soy la única que ve el programa en familia.
-Bueno, ¿ves? A mí me contás eso y me alegrás el día. ¡Es lo más gratificante que puedo escuchar! ¿Cuánto hace que la familia no se reúne en el comedor de su casa para ver un programa de televisión junta? Hoy cada uno tiene su ipad, su notebook, está el que mira Netflix o el que juega en red. Eso es lo habitual. Masterchef Celebrity logró volver a juntarlos a todos para ver un programa en un canal de aire…. ¡Un milagro hermoso!
-Uno siente que vos sos un jurado muy estricto, exigente, detallista pero, a la vez, también el más empático con los participantes…. ¿Puede ser que sea así o estoy equivocada como con tu desayuno de macarons y té blanco?
-(Suelta una carcajada) Bueno, en este caso lo que te voy a decir es que cada uno de nosotros -Germán, Donato y yo- somos eso que vos ves en la pantalla: no hay personajes aquí. Nadie actúa, no se inventan enojos ni peleas, cuando nos emocionamos es real….
-O sea que a vos realmente te entristeció la partida de Patricia Sosa y Martitegui se lleva muy mal con Fede Bal, por ejemplo.
-Yo voy a hablar sólo por mí, que es lo que corresponde. A mí me dolió mucho la partida de Patricia porque te aseguro que cocinaba muy bien. Era, por ejemplo, una de las que mejor condimentaba los platos y siempre le ponía sal a la comida… ¡La mayor parte de los participantes se olvida de salar lo que prepara! Increíble. Bueno, debo ser justo: Ileana (Calabró) y Belu (Lucius) también saben condimentar. Pero volviendo a Patricia, todo lo que le dije a Patricia sobre mi mamá escuchando su cd, mientras hacía las tareas domésticas, es verdad: eso que conté fue mi infancia en Dolores.
-Entonces de Germán y Fede Bal no me vas a hablar…
-¿Qué te puedo decir? Es un tema de ellos pero nada grave. Yo creo que, lo que pasó durante los primeros meses de programa, es que los actores querían actuar -porque es para lo que los contratan siempre, claro- entonces hubo que ponerles algunos limítes para que dejaran el histrionismo y entiendan que hoy son cocineros. En Masterchef Celebrity deben ser ellos mismos y estar muy comprometidos con su trabajo, nada de risas, bromas y excusas para zafar.
-¿Y lo entendieron?
-¿Sabés que sí? A mí me da mucha ternura enterarme que practican en sus casas y, por ejemplo, Mariela (la esposa del Turco García) me contó que ahora está súper exigente con los platos familiares. Prepara una salsa, la prueba y se fastidia: "Esto no salió como yo quería", dice que se queja. Vos pensá que Claudia (Villafañe) vivió años en Italia y nunca probó el carpaccio y el Turco, en Francia, pero siguió con su comida bien argentina. Recién hoy, ahora, en Masterchef se están atreviendo a cocinar distinto y no sólo eso: también se animan a probar nuevos sabores.
-¿Y lo de Vicky Xipolitakis tampoco es un personaje? ¿Es así, tal cual la vemos en cada emisión?
-Vicky fue una de las grandes sorpresas de este ciclo. No sólo porque cocina muy bien, sino porque, además, es ultra pulcra, organizada, prolija y meticulosa. Yo sé que se han visto algunos desastres que hizo en el piso (se ríe) pero no es lo habitual: ella siempre tiene todo bajo control y en total orden. Más allá de eso, es buena compañera, cariñosa y desborda alegría. Cuando llega al estudio ya sabemos que entró Vicky porque su risa es inconfundible y contagiosa.
-¿Sabés que se comenta que a Vicky alguien le cocina los platos? Como que tiene un asistente que hace todo por ella…
-Lo escuché y me causó gracia: el delirio más grande del mundo. ¿Vos creés que, si alguien le cocinara a Vicky -y sólo ella, claro, recibiera ayuda-, Analía (Franchín) con lo justiciera y competitiva que es no estaría hecha una fiera enjaulada?
-Suena razonable tu explicación. ¿Analía es tan brava como se ve en el programa?
-Insisto: todos son lo que vos ves. ¡No hay personajes! Aquí a nadie se le pidió que sea el jurado bueno y a otro el malo ni a los participantes que sean discutidores o ultradóciles. Vos pensá que son jornadas de más de ocho horas de grabación, se preparan varios platos a la vez, se repiten tomas, todos terminamos agotados y estresados… Lo que el televidente ve en el programa, ocurre. Nada está armado. Ojo, me lo preguntás vos y también la gente en la calle, ¿eh? Hay como una gran fantasía de que todos estamos actuando y no es así. Quiero que desmitifiquemos eso.
-¿Hubo algún programa, en particular que vos te haya gustado especialmente?
-Yo disfruto, en general, de formar parte de este programa. Para mí, venir a grabar, es un placer. Hasta cuando termino muy cansado me voy contento, no lo padezco jamás.
-¿Pero si tenés que elegir uno con qué emisión te quedás?
-Bueno, de lo que se vio hasta ahora, elijo el día en que tuvieron que cocinar acompañados. Me gustó observar cómo interactuaban las hermanas Lucius; lo protectora que es Dalma (Maradona) con Claudia (Villafañe), al Polaco y Barby (Silenzi) totalmente perdidos en ese lemon pie que fue para el olvido (se ríe). La novia de Fede Bal muy tímida y de bajo perfil pero, de a poco, tomó confianza y empezó a participar y Galia, la hija de Moldavsky, más Mariela (la del Turco García) retandólos y corrigiendo cada una de las decisiones que tomaban fueron un gran show. Un capítulo aparte, como siempre, las Xipolitakis abrazadas, tiradas en el piso, seduciendo a Martitegui…
-¿No extrañas un poco a Cristophe, tu compañero de jurado en Bake off?
-¡Muchísimo! ¡Soy íntimo amigo de Cristophe! Hablamos día por medio. Pero sé que ya volveremos a trabajar juntos.
Damián, puertas adentro
-Ahora contame un poco de vos…. ¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?
-Soy una persona que disfruta mucho de la soledad. Si bien no tengo demasiado tiempo libre, me gusta mucho dibujar, leer, jugar a la play. Nunca me aburro ni sufro porque no tengo un plan. Es una sensación que desconozco.
-¿Estás en pareja?
-Ahora estoy solo y lo disfruto mucho. Me gusta un poco decir que estoy casado con mi trabajo.
-Pero tenés 38 años…. ¡Sos muy joven para conformarte con eso! ¿No te gustaría que aparezca alguien que te enamore?
-Sí, claro…. ¿Quién no quiere eso? Y no es que yo esté cerrado a esa posibilidad ni mucho menos. Pero sigo mucho el consejo de mi amigo Humberto (Tortonese) suele decirme “todo llega cuando tiene que llegar” porque creo que es una gran verdad.
-¿Cómo se hicieron amigos con Tortonese?
-Nos conocimos hace 15 años en la localidad de Las Heras, fuimos a trabajar para una fiesta que se hacía en la ciudad, El festival de las pastas, y nos alojamos en el mismo hotel. Creo que fue uno de los mejores fines de semana de mi vida. ¡Pocas veces me reí tanto! A partir de ahí nos hicimos amigos inseparables: hemos compartido vacaciones, los cuatro, cada uno con su pareja, hacemos mil salidas, planes….lo que se te ocurra. Bueno, cuando se podía salir, obvio. ¡No hablo de estos últimos meses en particular! El es un gran pilar en mi vida, es mi familia.
-¿Es verdad que tienen pensado abrir un espacio de arte y comida juntos?
-Sí, claro. Se llamará El loro negro y ya tenemos casi todo listo: el local, que está en Colegiales, decorado con obras de arte que eligió Humberto y ultimar detalles mínimos del menú. También habrá un escenario en el que ofreceremos obras de teatro, recitales…lo que surja. El problema es que nos frenó la cuarentena y bueno, yo ahora también estoy como un poco a full con el programa y el hotel. Pero lo vamos a inaugurar en cualquier momento.
-Supongo que allí podremos disfrutar de esos platos elaborados que vos no solés consumir…
-¡Pero claro! En ese lugar me voy a lucir. Tampoco te quedés con la idea de que vivo a base de tostadas de pan negro, arroz con salsa de soja y ensalada de frutas. También me gusta comer una rica pasta rellena con salsa fileto los domingos.
-No me estás nombrando, exactamente, un plato demasiado sofisticado…
-(Se ríe) Es que no te quiero mentir: soy un hombre muy simple. Esos son mis gustos…. Confieso sí que tengo una gran debilidad, casi una adicción: la coca cola light. Yo antes me levantaba a la mañana y lo primero que hacía era servirme un vaso de coca cola light. ¡Un espanto! Así que, cuando arrancó la cuarentena, uno de mis objetivos fue dejar la gaseosa y lo conseguí: la abandoné para siempre y ahora solo bebo agua. Pero no te voy a mentir: a veces la extraño.
-Con todo esto de la comida, Tortonese y la coca light evadiste un poco el tema amor, familia hijos. No creas que no lo noté.
-Mirá, a lo mejor suena un poco egoísta lo que voy a decir pero yo hoy no siento la necesidad de tener hijos y no sé si alguna vez la voy a sentir. Lo escucho a Germán hablar con tanto amor de sus bebés y me derrito porque yo, además, amo a los niños: tengo sobrinos, ahijados… ¡Veo un niño y enloquezco!
¿O sea que no estás cerrado a ser padre en el futuro?
-Obvio que no. Yo soy muy ordenado y obsesivo. Antes vivía planificando mi vida: qué iba a hacer, con quien, cuando y dónde. El tiempo -y algunas pérdidas dolorosas que tuve en mi vida- me ayudaron a entender que no todo se puede controlar y organizar. A veces es lindo dejarse sorprender. Y algo clave: disfrutar el presente que es lo que me encargo de hacer todos los días. Así que nunca podría decirte cómo sueño que será mi vida de aquí a 10 años porque es algo que ni siquiera pretendo imaginar. Será lo que tenga que ser y yo lo disfrutaré al máximo.