De muy diferente lenguaje arquitectónico pero de idéntico valor cultural, estas dos bibliotecas públicas de la ciudad de Buenos Aires son realmente fascinantes. Y ambas son refugio de la memoria impresa de la historia argentina.
2 bibliotecas públicas imperdibles que vale la pena conocer
1. Biblioteca Nacional de Maestras y Maestros
La Biblioteca Nacional de Maestras y Maestros funciona dentro del Palacio Sarmiento, popularmente conocido como Palacio Pizzurno.
La construcción del Palacio se llevó a cabo entre 1886 y 1888 según un proyecto del arquitecto argentino Carlos Altgelt.
Muestra una combinación ecléctica de estilo francés con reminiscencias versallescas con varios toques germánicos.
Cuenta la historia que Doña Petronila Rodríguez de Rojas heredó de su padre el predio delimitado por las calles Córdoba, Callao, Montevideo y Marcelo T. de Alvear.
Tras su muerte en 1882, se dio a conocer su testamento en el cual manifestaba su intención de donar dicho terreno a la ciudad, con la condición de que se construyera allí un templo, un asilo, y una escuela para setecientas niñas.
Fue su deseo que dicha escuela llevara su nombre, que funcionara en un edificio de tres pisos y que estuviera equipada con un museo, una biblioteca y varias aulas de clase.
El edificio albergó inicialmente los tribunales de Buenos Aires, hasta la finalización de la construcción del Palacio de Justicia frente a la Plaza Lavalle.
La Biblioteca fue creada en el marco del proyecto modernizador impulsado por “la Generación del Ochenta” que se caracterizó por darle un lugar central a su sistema educativo.
Posee más de 220.000 recursos que incluyen libros, revistas, videos y documentos. Queda en Pizzurno 953.
2. Biblioteca Nacional
La Biblioteca Nacional Mariano Moreno es un ejemplo de la arquitectura brutalista de Clorindo Testa.
Este estilo fue una tendencia que se manifestó en la arquitectura de distintas partes del mundo entre las décadas del 50 y el 70.
Se construyó en los terrenos de la ex Quinta Unzué, una residencia donde vivieron familias patricias, presidentes y donde murió Eva Perón.
Testa siempre recordaba que cuando se hacían las excavaciones apareció el caparazón de un gliptodonte.
Por eso, la comparación del edificio con el mamífero acorazado fue inevitable. La Biblioteca parece estar parada en cuatro patas como un gliptodonte urbano, una bestia de hormigón.
Fue creada en 1810 por la Primera Junta como biblioteca pública en el Cabildo de Buenos Aires.
Jorge Luis Borges se desempeñó como Director entre 1955 y 1973 y fue durante su gestión que se promovió la construcción de la sede actual
Tardó más de 20 años en habilitarse y en 2019 fue declarada Monumento Histórico Nacional.
En sus numerosas salas se pueden encontrar valiosísimas colecciones argentinas y extranjeras. Hay periódicos, discos, partituras, fotos, mapas, cartas, manuscritos.
En la Sala Tesoro están las grandes joyas y hay 21 incunables y obras del siglo XVIII y XIX.
La hemeroteca cuenta con diarios y revistas que van desde el primer periódico publicado en el ámbito del Río de la Plata, El Telégrafo Mercantil, hasta publicaciones de nuestros días. Y también tiene una sala para no videntes
Queda en Agüero 2502.
Texto y fotos: Mariela Blanco, periodista
Instagram: @marielablancoperiodista
Twitter: @marielablanco26
Correo: [email protected]
Suscribite al newsletter de Para Ti Deco
Si te interesa recibir el newsletter de Para Ti Deco cada 15 días en tu mail con las últimas novedades e ideas inspiradoras sobre decoración & lifestyle, completá los siguientes datos:
