Si hay algo que nos encanta de la ciudad de Buenos Aires, además de sus plazas, arquitectura y espíritu vibrante, son sus bares notables. Esos rincones con historia donde el tiempo parece haberse detenido y cada mesa tiene una anécdota para contar. Y si encima son ideales para ir en familia, mejor todavía.
Por eso, la periodista Mariela Blanco nos preparó esta selección de tres clásicos porteños donde podés disfrutar de un buen café, un tostado crocante o hasta una partida de pool mientras te empapás de la esencia más auténtica de la ciudad.
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1. Varela Varelita
El Café Varela Varelita permite al comensal trasladarse a otro tiempo. Pero debemos derribar un mito: el nombre del local no se debe a la orquesta del mismo nombre sino al apellido del propietario original del café: Don Varela. Allí colaboraba su hijo, conocido como “Varelita”.
Uno de sus principales habitués fue Héctor Libertella, autor entre otras obras del libro de relatos Cavernícolas. Cuentan que el escritor les hizo creer a los dueños que el whisky J&B se llamaba así por José Bianco, escritor y jefe de redacción de Sur.
Por eso, cuando algún parroquiano pide una medida de whisky se escucha al mozo gritar: “¡Marche un Pepe Bianco!”.
Otra presencia insoslayable del café fue “Chacho” Álvarez, que había adoptado el café como su despacho vicepresidencial.
Queda en Scalabrini Ortiz y Paraguay, Palermo.
2. La Puerto Rico
La Puerto Rico es uno de los bares notables de la Ciudad. Este café fue fundado en el año 1887 por Gumersindo Cabedo, un español que había desarrollado un gusto particular por el café tras haber vivido algunos años en Puerto Rico.
El café funcionaba, originalmente, a pocos metros de este lugar, en la calle Perú y se trasladó aquí en el año 1925.
Esta casa de dos pisos fue remodelada en los años ‘30 y adquirió el estilo art decó que podés observar en la fachada y en la tipografía de su marquesina, con letras de proporciones alargadas formadas por líneas rectas y curvas equilibradas.
A lo largo de los años pasaron por sus mesas y disfrutaron del café tostado importantes personalidades de la cultura y la historia argentina, como los escritores Jorge Luis Borges, Victoria Ocampo y Adolfo Bioy Casares, el poeta y compositor Enrique Cadícamo, la actriz Niní Marshall, que vivía a pocos metros de aquí, en la casa conocida como “de los Querubines” y hasta el entonces arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, posteriormente conocido como Papa Francisco.
Queda en Adolfo Alsina 416.
4. La Academia
Desde 1930, La Academia es un tradicional local que cuenta con tres sectores con mucha personalidad.
El salón del café recubierto con una cálida boiserie y algunos libros para hojear; un salón ideal para jugar a los dados, cartas y dominó; y un último espacio con mesas billar y pool.
También se puede jugar al Ping-pong, Metegol y dardos. Abre todos los días y se pueden degustar ricas minutas, sandwiches, pizza a la piedra y cervezas a buen precio.
Queda en Callao 368.
Texto y fotos de los Museos: Mariela Blanco, periodista.
Instagram: @marielablancoperiodista
Twitter: @marielablanco26
Correo: prensa.marielab@gmail.com
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