Los últimos años nos trajeron escenarios que resultaron de la aceleración de cambios que se venían dando de manera tímida, aunque sostenida. Perdimos la noción del tiempo y vimos procesos que -se suponía- tardarían muchos años, llegar en un santiamén. Y así fue como la gestión económica y emocional del espacio tomó una fuerza especial: los metros cuadrados tuvieron que hacerse rendir multiplicando sus posibilidades y el confort resultó un gran aliado en el bienestar de los habitantes.
Debido a esto, nuevos comportamientos en el hogar dejaron de ser una tendencia para convertirse en alternativas que llegaron para quedarse y que nos abren nuevos interrogantes de cara al 2022.

La flexibilidad de los espacios dada por el equipamiento multifunción
Cada metro cuadrado tomó vida en nuestro hogar. La reconfiguración del refugio sobre exigió a los espacios para que absorbieran situaciones que se daban fuera del hogar. Y con esta necesidad se puso en marcha una gran capacidad creativa generando muebles que con su transformación nos brindaran una gran optimización de cada lugar. Este equipamiento viene en forma de cama rebatible, mesa rebatible, espacio de guardado que se oculta a la vista, columnas extraíbles, etc.

Escritorios que aparecen en todos los rincones
Hace algunos años atrás, solo en los hogares donde las dimensiones eran generosas, uno podía encontrar un escritorio para trabajar, y este particularmente estaba destinado a un adulto solamente. Luego de la pandemia, los escritorios fueron un “must” en el hogar. No solamente para el trabajo, sino también para los más pequeños. Surgieron espacios como los “kids office”, donde se dio forma a un mundo de capacitación y enseñanza que estimulara los sentidos de aprendizaje en la realidad virtual, o híbrida. Surgieron escritorios debajo de escaleras, dentro de placares, en reemplazo de mesas de luz, en el recibidor, regulables en altura, etc, etc.

Spots de bienestar
Cuando estábamos confinados en nuestras casas supimos destinar y acondicionar pequeños metros cuadrados que se reservaran a nuestro bienestar. Que nos permitieran reconectarnos con nosotros mismos, y con los demás. Estos spots hoy son aliados del wellness, con presencia de tecnología, pero no invasiva, sino pensada en nuestro confort. Desde iluminación puntual para la lectura, puertos USB que ofrecen la posibilidad de recargar dispositivos, mobiliario que funciona como parlante, que nos permite vibrar a otro ritmo.

Fuente: Häfele
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