Si de plantas populares hablamos... El helecho de Boston, es sin dudas, una de las especies que encabezan la lista.
Pero hay algo más: es una de las más antiguas que existen sobre la Tierra y ocupa el primer lugar entre las plantas que mejor absorben la humedad y la calidad del aire, lo que la convierte en la candidata perfecta para todos los ambientes del hogar incluido el baño.
La familia de los helechos cuenta con más de 1000 especies entre las que se destaca el helecho de Boston. Originaria de las zonas ecuatoriales y tropicales húmedas, se trata de una planta perenne sin semilla: se reproducen por esporas y para ello, necesitan de la humedad.
Es por esta razón que necesitan un ambiente con esas características para poder desarrollarse correctamente, lo que la convierte en la candidata adecuada para los cuartos de baño.
Cuidados básicos del helecho de Boston en interiores
Esta planta ornamental es perfecta para interiores siempre y cuando se la ubique en ambientes húmedos y con una buena dosis de luz solar indirecta. Las corrientes de aire resultan perjudiciales para los helechos de Boston, por lo que se recomienda evitar colocarlos en zonas de paso o cerca de alguna ventana abierta.
Las temperaturas ideales para esta especie oscilan entre los 20ºC (o más). No tolera las heladas e incluso podría no resistir aquellas por debajo de los 15ºC.
Al ser tan dependientes de la humedad, sus riegos debe ser frecuentes pero siempre evitando el exceso de agua. En verano se recomienda hacerlo solamente una vez al día, mientras que en invierno, con tres veces por semana es suficiente.
Para contribuir aún más a su crecimiento, lo ideal es pulverizar sus hojas con agua de lluvia.
Si se desea colocarle fertilizante para que luzca más verde y vistoso, lo ideal es que sea disuelto en el agua de riego y uno específico para esta especie. Con hacerlo una vez al mes (durante primavera y verano), es más que suficiente. Eso sí, se puede aplicar recién a partir de los seis meses.
Posibles complicaciones
Si bien es cierto que son muy resistentes y fáciles de cuidar, también pueden tener algunos problemas. El más común son las hojas amarillentas o con manchas marrones que se caen, esto se puede deber a que el ambiente está a una temperatura demasiado elevada. Lo ideal en estos casos es podar aquellas que estén dañadas.
Otra complicación muy común es que se seque. Esto puede deberse al exceso de agua. Para solucionarlo se recomienda dejar secar unos días y cortar las hojas secas. La falta de agua, también puede desencadenar esta problemática, en ese caso es fundamental analizar la frecuencia de riego.