Una de las suculentas más populares y deseadas, es la planta del rosario. Y es que además de llevar una impronta de naturaleza pura y bienestar al hogar, es una gran aliada de la decoración gracias a sus pequeñas bolitas colgantes de color verde intenso, que se adaptan a diferentes tipos de macetas con diseños muy originales.
Como muchas otras suculentas tiene su origen en Sudáfrica, pero se distingue del resto gracias a la forma esférica de sus hojas y a su capacidad de colgar. Otra característica es que puede llegar a producir unas pequeñas flores blancas pero sólo cuando las condiciones son óptimas.
También conocida como "planta bolitas", su nombre científico es Senecio rowleyanuses y se trata de una especie perfecta para interior o exterior. Su crecimiento es súper rápido y es ideal para colocarse en una linda maceta colgante en algún rincón del hogar o incluso en el jardín. Un dato no menor, es que es una planta tóxica si se ingiere, por lo que es importante mantenerla fuera del alcance de niños y mascotas.
Cuidados básicos de la planta rosario en interiores
El ambiente ideal para colocar esta especie es todo aquel que cuente con una buena iluminación natural durante todo el día, ya que es una planta que requiere grandes cantidades de luz para poder desarrollarse adecuadamente.
En verano se recomienda evitar el sol directo en las horas más potentes, ya que podría afectar directamente en el color de sus bolillas tomando una coloración rojiza o marrón.
Como toda suculenta, le sientan bien las temperaturas cálidas que oscilen entre los 16°C y los 25°C. No tolera las heladas por lo que se recomienda evitar exponerla a temperaturas inferiores a 10°C ya que podría no resistirlas.
Su sustrato debe ser suelto, arenoso, rico en nutrientes y bien drenado para evitar los encharcamientos ya que es una especie que no tolera los excesos de humedad.
Se recomienda regarla moderadamente cada diez o quince días y siempre comprobando que el sustrato esté medianamente seco entre riego y riego.