El Árbol de Jade es una de las plantas más populares para decorar y llenar de frescura el hogar. También conocida como "planta del dinero" o "planta de la abundancia", es una gran aliada del Feng Shui y se caracteriza por tener forma de árbol y hojas carnosas de un color verde brillante.
Su nombre científico es Crassula Ovata y es originaria de África. Resistente como pocas y de rápido crecimiento, puede llegar a medir hasta dos metros de altura.
Cuidados básicos del Árbol de Jade
El ambiente ideal para cultivar esta especie es aquel que cuente con una buena iluminación pero sin sol directo, ya que podría desteñir sus populares hojas verdes tornando su borde de un color rojizo.
En cuanto a la temperatura, suele preferir aquellas cálidas que oscilen entre los 20ºC y 25ºC, y si bien puede soportar algunas heladas, se recomienda evitarlas.
Sus riegos son poco frecuentes y se recomienda hacerlo únicamente cuando se observe que la tierra está completamente seca. Al tratarse de una suculenta, son sus hojas son las encargadas de almacenar el agua y los nutrientes necesarios para crecer.
Su sustrato debe ser arenoso y contar con un buen drenaje, ya que es una planta que no tolera los encharcamientos.
Si bien es una planta de rápido crecimiento y poco mantenimiento, en primavera y verano se puede utilizar un fertilizante específico para suculentas para contribuir a que crezca más sana y fuerte.
Árbol de Jade y Feng Shui
Su estética la convierte en una de las especies más elegidas para llenar de calidez y frescura cualquier rincón del hogar. Pero hay algo más... también es muy popular en interiores gracias al Feng Shui, que la considera una planta que atrae buena suerte, abundancia y dinero.
Según esta disciplina milenaria china, existen algunos ambientes claves para colocar esta especie: en recibidores atrae buenas energías y suerte al hogar, en pasillos controla la energía que circula dentro de la casa, y en la sala de estar atrae prosperidad y bienestar económico.