Las plantas de interior son el complemento perfecto para decorar cualquier rincón y la zamioculca es una de las más populares para hacerlo.
Su excelente capacidad de adaptación y su increíble resistencia, la convierten en una planta “todo terreno”, ideal para interiores (y también para novatos en el mundo de la jardinería).
Su nombre botánico es “zamioculca zamiifolia” y es una planta tropical originaria de África. Sus cuidados suelen ser similares a los de una suculenta, gracias a que sus hojas y raíces, actúan como órganos de reserva de agua facilitando su cuidado y siendo ideal para aquellas personas que no cuentan con tiempo suficiente para dedicarle.
Cuidados básicos de la zamioculca
Esta especie no es muy exigente en cuanto a la luz y crece muy bien incluso en espacios oscuros. Sin embargo, el ambiente ideal es aquel que cuente con una posición luminosa pero sin sol directo, ya que los rayos podrían quemar sus hojas.
Al ser una planta de origen tropical, soporta las altas temperaturas y su ideal oscila entre los 13ºC y 21ºC, tolerando una mínima de hasta 3ºC aproximadamente.
Respecto a su riego, se recomienda que sea moderado ya que es una planta que no resiste el exceso de agua. En verano se recomienda hacerlo dos veces por semana como mucho, y en invierno con una es más que suficiente.
Un tip clave: siempre chequear que la tierra esté seca entre riego y riego.
Si bien es una planta resistente, utilizar fertilizante para contribuir a su correcto desarrollo no va a estar de más. Lo ideal es hacerlo solamente una vez al mes en primavera y verano, y cada dos meses en otoño e invierno.
La zamioculca es una planta de crecimiento lento y de tamaño mediano -que puede alcanzar los 70cm de altura-, siendo ideal para colocarla en cualquier ambiente del hogar ya que no ocupa mucho espacio.
Cada dos años aproximadamente, se recomienda transplantarla a un recipiente de mayor tamaño para que pueda continuar con su correcto crecimiento y desarrollo.
La desventaja que tiene esta especie es que sus hojas pueden resultar tóxicas, por lo que se recomienda no dejarla al alcance de los más chicos ni tampoco de los animales.