Con la llegada de la primavera comienza una de las épocas más lindas del año. En la ciudad ya florecen los jacarandá, los espacios exteriores comienzan a planificar los arreglos necesarios para ponerse a tono con las últimas tendencias y la decoración de los ambientes se vuelve un poco más fresca y con aires primaverales que se adueñan de todos los rincones.
Esta época nos invita al cambio, a renovar la decoración con toques más alegres y frescos. La buena noticia es que existen algunos trucos simples y efectivos que hacen posible esta idea y sin necesidad de invertir demasiado dinero.
1. Tiempos de orden y limpieza
Esta época es ideal para hacer una buena limpieza general para así mantener el orden y la organización en los tiempos próximos. Aprovechá para deshacerte de todas esas cosas -que interiormente sabés que no necesitás- que ocupan lugar, abrí las ventanas y dejá que el aire se renueve.
2. Apostá por los colores vivos
Amarillo, turquesa, verde, fucsia, mostaza, entre otros... Para darle un aire súper veraniego a cualquier ambiente del hogar, nada mejor que apostar por estos colores vibrantes. Puede ser en alguna pared predominante o a través de objetos decorativos como almohadones, mantas, floreros, cuadros, etc. En cualquiera de los casos conviene buscar un equilibrio y no abusar llenando el espacio con estos colores ya que podría saturarlo visualmente.
3. ¡Hola alfombras de fibras naturales!
Así como en invierno reinan las alfombras bien calentitas, en verano lo hacen las de fibras naturales. Aportan un aire súper fresco y relajado, y existe una amplia variedad en materia de diseño lo que las convierte en una alternativa súper versátil que se adapta a cualquier estilo decorativo que predomine en el espacio. ¡No fallan!.
4. Reorientá los muebles
Si en los días más fríos del año todos tus muebles giraban en torno a una estufa, ahora podés repensar su ubicación y acomodarlos mirando al jardín, patio, balcón o ventana.
5. La importancia de los textiles ligeros
Es momento de darle la bienvenida a las telas ligeras como el lino, el algodón y la gasa. Ventanas, sillones, camas y mesas se visten con ellas y transmiten ese toque fresco y veraniego que tanto nos gusta. Se puede apostar por una predominancia de colores claros y complementar con tonos pasteles o más vibrantes.
También se lucen los estampados con motivos florales, a rayas o con guiños al mar. El truco en estos casos es encontrar el equilibrio perfecto para que el espacio no se vuelva agobiante entre tantas combinaciones y texturas.
6. Nuevos objetos deco
Renovar algún que otro adorno también es parte del plan. Los más oscuros suelen ser más de invierno -es un buen momento para guardarlos hasta que vuelvan los días fríos- mientras que los más claros y de colores más alegres son perfectos para esta época. No es necesario sobrecargar el espacio ni cambiar absolutamente todos los objetos que ya estaban, basta con incorporar alguno pequeño pero bien colorido.
7. Muchas plantas y flores frescas
En estos tiempos nada mejor que dejar que la naturaleza en su estado más puro se cuele por todos los rincones de la casa. Plantas de diferentes tamaños, de hojas grandes o chicas y flores frescas, son infalibles para transformar cualquier rincón. Si bien las flores secas son divinas, transmiten un aire más invernal por lo que es mejor apostar por aquellas naturales en esta época.
