A partir del anuncio del Ministerio de Economía sobre el aumento de tarifas de electricidad en los hogares que consuman más de 400 kWh por mes, mucho se habla y se recomienda sobre qué electrodomésticos usar (de qué manera y frecuencia).
Pero de lo que no se habla es sobre cómo influyen las características constructivas de la vivienda en el consumo de la energía y cómo con pequeñas reformas se puede ahorrar hasta un 60% en los gastos de luz y gas. Una vez que se hacen estas reformas a nivel constructivas, recién ahí se puede saber cómo y cuánto usar los electrodomésticos para lograr un mayor ahorro.
La aplicación y uso de soluciones y materiales sustentables en la construcción resultan fundamentales no solo para la preservación del medio ambiente sino para brindar a las viviendas un menor consumo de energía manteniendo el confort.
Teniendo en cuenta que los electrodomésticos que más consumen son los usados para calefaccionar, la mejora del aislamiento térmico de la envolvente edilicia (techos, muros y pisos) es uno de los puntos más importantes para reducir la demanda de energía por calefacción y refrigeración.
Algunas de las soluciones que proporcionan una alta eficiencia energética a la hora de hacer reformas, sobre todo en techos, muros y pisos, son los paneles o las placas termoaislantes que combinan materiales como el EPS (Poliestireno Expandido), PUR (Poliuretano rígido), PIR (Poli-isocianurato) y LDR (Lana de Roca).
Los habitantes de un hogar pueden tomar todos los recaudos a la hora de usar los electrodomésticos, pero si la vivienda pierde calor o frío por los techos, muros o pisos, todos los esfuerzos por ahorrar energía son en vano. El nivel de aislación térmica eficiente de una vivienda define cómo usar los electrodomésticos y por cuánto tiempo, para así lograr no superar los 400kw/h mes.
Fuente: gentileza Grupo Estisol.