Las alfombras siempre son bienvenidas. Imprimen estilo, visten cualquier ambiente, transmiten calidez y, si se las sabe elegir, se llevan bien en cualquier estación del año y no se vencen con el tiempo (si su calidad lo permite, claro).
Sin embargo, en el último tiempo, las alfombras se convirtieron en las estrellas de las cocinas y se las puede ver desfilando por las diferentes plataformas de inspiración, imprimiendo estilo y calidez en este espacio poco convencional y tradicionalmente "frío".
Si bien es cierto que las más populares para este ambiente clave de la casa son las alfombras vinílicas, también se imponen las de algodón, fibras naturales, etc.
Alfombras en la cocina: una tendencia con múltiples ventajas
Esta tendencia, que comenzó tímidamente, se fue consolidando con el tiempo y cada vez son más las personas que deciden colocar una alfombra en su cocina para salvaguardar el piso y dar un extra de calidez y estilo a este espacio.
Pero además, tener una alfombra en la cocina puede resultar todo un acierto... Si bien es un elemento decorativo y básico para llevar calidez, puede evitar resbalones y que el piso se manche más de lo necesario.
En cocinas amplias o integradas al living/comedor, son un recurso súper práctico para zonificar los diferentes espacios o áreas de trabajo.
Otro punto a favor, es que como el piso de la cocina es uno de los que más sufre el desgaste y está continuamente expuesto a "agresiones", una alfombra puede funcionar como capa de protección extra, reduciendo el impacto de productos que puedan estropearlo.
En qué sector colocarla
La mejor opción es colocar la alfombra frente al horno y la bacha, porque son dos zonas que suelen generar muchas salpicaduras.
Sin embargo, si tu cocina cuenta con una isla o barra, podés delimitar esta zona también con una linda alfombra.
De qué material elegir la alfombra para la cocina
Las alfombras de algodón son una de las más utilizadas por su frescura, buena absorción, fácil limpieza y precio relativamente bajo.
Pero las alfombras vinílicas son sin dudas las favoritas por sus múltiples ventajas y enormes posibilidades decorativas. Están hechas de PVC, un material que facilita su limpieza, mantenimiento, duración y resistencia.
Son antideslizantes e impermeables, y con una amplia versatilidad de medidas, formas y diseños, logran reproducir visualmente azulejos y texturas naturales. Además son económicas, no se rayan, evitan el polvo, los ácaros y los pelos de las mascotas.
Por otro lado, las alfombras de fibras naturales como yute o sisal, son resistentes, fáciles de mantener y marcan tendencia esta temporada. Y ni hablar de su naturalidad y calidez. ¡Quedan divinas!
En lo que respecta a los estilos, no hay dudas de que las alfombras con motivos tipo kilim suelen ser las más elegidas.
Y es que después de todo, elijas la alfombra que elijas se va a manchar y no es lo mismo una mancha en una alfombra lisa que en una estampada.