Amamos los antes y después. Pero cuando son sin obras y con poco presupuesto, ¡aún más!. Y es que ese tipo de renovaciones nos demuestran que grandes cambios son posibles y que, cuando lo que sobran son las ganas, se pueden lograr cambios increíbles.
Si bien es cierto que muchas veces se necesita de una transformación completa y total para conseguir el resultado deseado, existen algunas excepciones. En el caso de las cocinas, los dos recursos más utilizados son la pintura para azulejos y los pisos vinílicos o tipo click.
Acá te mostramos un claro ejemplo para te inspires, y anotes algunas ideas para lograr cambios increíbles sin necesidad de meterte en obra o gastar una fortuna.
De cocina desfasada y fría a cocina cálida y súper chic
Esta cocina en "L" tenía un aspecto antiguo y parecía oscura. Y que el clásico suelo de damero en color azul y amarillo, sumado a los muebles también combinados en azul y a la mesada de granito oscuro, contribuían a que el espacio parezca desfasado, frío y austero.
Por eso, los dueños de casa decidieron hacer varios cambios. En primer lugar, instalaron sobre el piso existente un suelo vinílico de madera clara para unificar el tono, sumar calidez, y hacer el espacio visualmente más amplio.
Pintaron todos los muebles y los azulejos en color blanco para sumar un plus de modernidad, luminosidad y amplitud visual, y sumaron tiradores más modernos de color negro. El broche de oro y toque chic en este sector, lo da el vinilo de pared que imita a los azulejos calcáreos.
Por último, reemplazaron la mesada antigua por una con imitación de madera de roble, y aprovecharon para instalar una nueva bacha y una grifería en color negro mate (muy tendencia). ¡Quedó divina!