Aunque viendo las fotos del antes y el después cueste creerlo, nos aseguramos de que se trata del mismo espacio.
Optimizar, iluminar, abrir y modernizar... Transformar una cocina integrada pasada de moda y poco funcional en una luminosa y operativa con impronta farmhouse chic, fue uno de los últimos desafíos de la arquitecta Ornella Baschiera (@arq.ob), con un resultado inmejorable.
"La vida de esta familia y su dinámica cambió al 100% luego de esta reforma. Esta casa tenía un patio chico de morfología muy extraña, con dependencias a las que se accedía directamente desde el exterior y un espacio común integrado por cocina/comedor/living que quedaba chico... Las familias crecen y mutan ¿y qué mejor que transformar la vivienda para acompañar ese crecimiento?", comienza contando a Para Ti DECO Ornella.
Qué fue lo que se hizo
Para materializar esta cocina integrada súper canchera y con aires farmhouse chic, la arquitecta construyó un rectángulo en el patio de 14,6 m2 que unió el espacio social existente con el depósito el garaje que daban al patio. En toda esa superficie, ubicó la nueva cocina y, lo que antiguamente era cocina/comedor, ahora se convirtió solamente en un comedor súper funcional y amplio.
A su vez reemplazó todas las aberturas maximizando sus tamaños para garantizar extrema iluminación y conexión con el pequeño patio lateral y trasero, que está repleto de jazmines.
"Como la idea era generar un gran espacio común, que eventualmente pudiera dividirse del living, unifiqué el antiguo comedor con la nueva cocina y dejé una arcada al living existente donde, a futuro, se colocará una puerta de cuatro hojas de vidrio repartido mega canchera. Además, para articular el comedor y la cocina, proyecté una gran isla central de prominentes dimensiones", explica.
En cuanto a los colores, texturas y tramas, se eligió un solado símil madera bien claro, que reflejara la nueva luz natural que tendría el nuevo gran espacio; acompañan mobiliarios blancos con molduras coronados con tapas de Silestone Haiku -que se caracteriza por su uniforme tono beige-revestimientos blancos, textiles claros y detalles en fibras naturales, vidrio y elementos negros.
Y en lo que respecta a la decoración, Ornella la bautizó como "deco cupcake" por su paleta de colores pasteles a través de los elementos de cocina. "Los tonos pasteles no solo transmiten calma sino también mucha dulzura", concluye la arquitecta.
Fotos: gentileza @arq.ob.
