En una obra de construcción años antes de ésta, cuando se encontraron con toneladas de escombros tirados en el suelo y pensaron en su destino, se utilizó esta técnica por primera vez.
Los muros salieron con una textura diferente a medida que desarrollábamos la forma de levantarlos.
Esto sorprende a los transeúntes y quizás les hace pensar en la sostenibilidad, evidente en estos muros de escombros, que recuerdan a la antigua casa. Algunos blanqueados, otros no, son recuerdos de lo que una vez existió. Paredes vivas, llenas de información.
En esta casa brasilera se mantuvo cierta volumetría típica del barrio y se buscó no sólo una armonía espacial, sino repensar y potenciar técnicas constructivas, complementarias, eficaces y económicas, en la poética espacial.
Proporcionar a los habitantes de la casa un placer de vivir constante. Tal vez ese era el objetivo.
Bajo ese concepto se diseñaron los pilares alejados de los vértices de toda la periferia de la planta baja, proporcionando un juego de equilibrios a la losa maciza, permitiéndole ser más delgada y sin necesidad de vigas, ni siquiera ocultas en las paredes; éstas están rematadas por vidrio, no se apoyan en esta gran losa, ampliando aún más este espacio de la planta baja, dando la sensación de un techo flotante.
Estos pilares son tubos metálicos rellenos de hormigón, por lo que son esbeltos, imitando los marcos. Siempre apuntando a la fluctuación del gran plano del techo.
Los dos únicos muros de hormigón, paralelos, tienen la función de apuntalar todo el edificio y también soportan los pesados depósitos de agua.
Entre ellos, la escalera y una vidriera al fondo. Esta ligera vidriera los ilumina y les da una sensación de fuerza y, al mismo tiempo, la retroiluminación da a la escalera un aspecto esbelto y sencillo; además, proporciona luz a todo el lado sur del edificio y ventilación cruzada.
En la planta superior, la distribución a los dormitorios es un amplio pasillo que atraviesa la casa de sur a norte.
Y en la fachada, una amplia terraza en voladizo permite disfrutar abiertamente de la privilegiada vista del barrio.
En terrenos montañosos, los alrededores están anclados por eternas paredes ciclópeas, lo suficientemente generosas como para que la vegetación se asiente con el tiempo.
Las instalaciones eléctricas e hidráulicas son explícitas en todas las caras exteriores.
Escombros, piedra, madera, hormigón y la cristalinidad del vidrio. Un material realza el otro. Algunas demoliciones son imprescindibles, pero la mayoría son un derroche de energía, desprecian el esfuerzo de muchas personas, desprecian la materia prima extraída de la naturaleza y la devuelven al medio ambiente como residuo.
En este trabajo entonces, se evitaron decenas de camiones para descargar la basura que circula por la ciudad, y otra cantidad para traer ladrillos.
Se ahorró dinero, tiempo y la contaminación causada por el diésel. Además de esta fiesta de la sostenibilidad, la casa cuenta con paneles fotovoltaicos y recogida de agua de lluvia.
Ficha técnica
Arquitectos: São Paulo Criação.
Ubicación: São Pablo, Brasil.
Área: 335 m2.
Fotos: Massimo Failutti.