Después de pasar allí más de 20 años, Richard Gere, el galán estadounidense y protagonista de la clásica película Mujer bonita, puso a la venta su espectacular mansión rural ubicada en el norte del estado de Nueva York, a una hora de Manhattan.
Rodeada por una exuberante naturaleza y asentada en un complejo de 20 hectáreas, el actor pide un total de 28 millones de dólares por ella.
La mansión principal, de tres pisos, sigue una estética rústica clásica y cuenta con ocho dormitorios, nueve baños, una oficina privada y siete ambientes destinados para el chill out con sus respectivas chimeneas revestidas en piedra.
Todos los ambientes de la casa se caracterizan por ser súper cálidos y tener a la madera como material protagonista.
Los amplios ventanales y la predominancia de los colores neutros se fusionan para llevar una buena dosis de luminosidad a todos los espacios de la lujosa mansión.
A pesar de los toques rústicos muy marcados que predominan en todos los ambientes de la residencia, los muebles se caracterizan por ser muy elegantes y tener detalles muy depurados.
La cocina tipo gourmet es uno de los espacios de la casa que más se destaca. Con el blanco y la madera como protagonista, tiene aires farm house, azulejos subway y electrodomésticos de acero inoxidable de alta gama.
En el centro se ubica un mueble antiguo que funciona como isla con una tapa de mármol y ollas sobrevolando encima.
Al estar rodeada de 1.700 hectáreas de terreno verde, todos los ambientes de la propiedad tienen bellísimas vistas directas y despejadas hacia la exuberante vegetación.
Los siete espacios destinados al relax fueron uno de los motivos que llevaron al actor a comprar esta propiedad hace más de 20 años.
Los hogares a leña se hacen presentes en cada uno de ellos para transmitir una dosis extra de calidez.
Todos los dormitorios de la casa principal cuentan con su respectivo baño en suite además de amplios vestidores.
El complejo rodeado por una exuberante vegetación también incluye dos residencias secundarias de amplias proporciones, un cobertizo para caballos y un granero con tres cúpulas.
Como si fuera poco, la mansión también cuenta con acceso directo y privado a un lago con playa en que Richard Gere disponía de varios botes.
Junto al agua se destaca un quincho con parilla y sector para el chill out con cómodos sillones.
La amplia terraza de estilo rústico ofrece vistas panorámicas y espectaculares a la vegetación. Sin dudas, se trata de una especie de solarium soñado.
Junto a la casa principal se encuentra una amplia piscina de aguas turquesas con sector de spa.
Una huerta súper completa se ubica junto al granero. Los múltiples caminos rurales con vistas soñadas, son perfectos para desconectar caminando un buen rato.