Cuando el cliente se acercó al estudio Uhlik Architekti con el sueño de construir un refugio campestre, los arquitectos no tardaron en reconocer que se trataba de un proyecto extraordinario. La propuesta era clara: diseñar una mini casa que le permitiera desconectarse, recargar energías y alejarse del bullicio de su vida en Praga.
El lugar elegido era simplemente mágico: un rincón remoto entre campos, bosques y praderas, salpicado de formaciones rocosas tan únicas como olvidadas. Era el escenario ideal para dar vida a una mini casa en el bosque, compacta pero llena de encanto y funcionalidad.
Una mini casa hecha a mano (y con el corazón)
Desde el primer momento, el paisaje y la visión del cliente enamoraron a los arquitectos a cargo del proyecto. Decidieron construir esta mini casa no solo con materiales locales, sino también con sus propias manos.
Usaron madera de un bosque cercano como base y trabajaron con artesanos locales para aprovechar las habilidades y recursos de la zona.
El diseño era sencillo pero ingenioso: una estructura compacta, cerrada y elegante, posada sobre piedras y con una popa que parece flotar sobre una enorme roca.
El exterior, cubierto con madera carbonizada negra, esconde un interior funcional que aprovecha cada metro al máximo.
Y es que aunque esta mini casa mide apenas 3,1 m por 5,8 m, su diseño está lleno de soluciones inteligentes.
La entrada, estrecha y minimalista, se abre a una gran ventana acristalada que marca el bosque como una obra de arte natural.
En el interior, todo está diseñado para la máxima versatilidad. La estructura se eleva hacia otra apertura que mira directamente a las copas de los árboles, creando un espacio único para descansar, leer, meditar o simplemente contemplar la naturaleza.
Cada escala del interior tiene un propósito: puede servir como asiento, almacenamiento o incluso convertirse en una cama doble.
Y por si fuera poco, las ventanas de vidrio pueden cerrarse con grandes persianas de madera. La más grande de ellas se maneja con un sistema de polea manual, que añade un toque artesanal.
Materiales locales y diseño sostenible para esta mini casa
La estructura de esta mini casa fue creada con viguetas diseñadas en colaboración con carpinteros locales. Para el exterior, se utilizaron tablas de madera carbonizada, obtenidas de árboles caídos en la propiedad del cliente. Por dentro, las paredes están revestidas con tableros OSB, seleccionados tanto por su resistencia como por su bajo costo.
El techo está cubierto con dos capas de correas de asfalto y el drenaje se asegura con un perfil de acero en forma de L, que también actúa como soporte para la polea de las persianas.
Cada componente metálico fue diseñado por el estudio y fabricado por un herrero local, demostrando que esta mini casa es tanto un proyecto de diseño como un homenaje a la artesanía local.
Un sueño hecho realidad
La construcción de esta tiny house fue un trabajo de amor que se expandió durante los fines de semana entre el otoño de 2012 y la primavera de 2013. Fue un proceso lleno de desafíos, pero cada detalle refleja la dedicación y el cariño que le pusieron.
Hoy, este pequeño refugio es más que una escapada: es una mini casa que conecta diseño, naturaleza y funcionalidad en un espacio único. Es un lugar donde la creatividad y la paz se encuentran, recordándonos que, a veces, menos es más.
Ficha técnica
Ubicación: República Checa
Arquitectos: Uhlik architekti
Área: 16 m2
Año: 2013
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