"Casa Grota" es una vivienda con aires minimalistas ubicada en un condominio en el corazón del Planalto Central brasileño, en Brasilia.
Esta joya arquitectónica está rodeada por una zona natural de preservación permanente, lo que le dio al proyecto un desafío interesante: aprovechar al máximo un terreno de 1.500 m2 dividido por esta área protegida. (Spoiler alert: ¡lo lograron de manera espectacular!).
En detalle: así fue la construcción de esta modernísima casa
El concepto detrás de "Casa Grota" fue claro desde el principio. La dueña quería una vivienda pequeña, económica y funcional, que no compitiera con la naturaleza sino que la celebrara.
Con este deseo, los arquitectos apostaron por una arquitectura minimalista usando materiales simples y asegurándose de que la vegetación nativa sea la verdadera protagonista.
¿El resultado? Una casa que no solo se integra al paisaje, sino que lo convierte en parte esencial de su encanto.
Diseño inteligente en tres módulos
La casa, de una sola planta, fue diseñada para aprovechar cada rincón del terreno. El programa es conciso pero completísimo: garaje, cuatro habitaciones, una sala integrada con la cocina, área de servicios, terraza exterior y una piscina ideal para nadar y desconectarse.
Todo esto se ejecuta en tres módulos principales: un pabellón lineal, el garaje y un módulo independiente con su propio acceso.
Además, la construcción fue pensada en dos etapas, porque acá no solo se trata de estética, sino también de practicidad.
Cemento, acero y un toque de color
Para la estructura se eligió una combinación de cemento y acero, perfecta para facilitar las conexiones entre las distintas fases de construcción. Pero lo que más llama la atención es el vibrante color naranja de la estructura metálica, inspirado en los tonos rojizos del suelo del cerrado.
Este contraste resalta los verdes y azules del entorno natural, logrando que la casa se sienta como una extensión del paisaje.
Ventanas que enmarcan la naturaleza
Otro punto fuerte del diseño son los marcos de las ventanas, creados especialmente por el estudio. Estos no solo son súper versátiles en su apertura, sino que también funcionan como cuadros vivos que capturan las mejores vistas de la vegetación nativa. Literalmente, cada rincón de la casa tiene su propio “paisaje personal”.
Un oasis al aire libre
El exterior no se queda atrás. Una amplia terraza y una pileta pensada para nado complementan los espacios interiores, perfectos para relajarse o mantener una rutina activa.
Además, la dueña, amante de la naturaleza, plantó una agroforesta en el área restante del terreno, mezclando especies agrícolas, nativas y frutales. Un verdadero paraíso verde que respira vida y sostenibilidad.
Ficha técnica
Ubicación: Brasília, Brasil
Arquitectos: Esquadra Arquitetos
Área: 251 m2
Fotos: Joana França
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