El proyecto de renovación de este departamento ubicado en Milán, representa un equilibrio entre la tradición arquitectónica y la vida contemporánea.
Parte de la intervención tuvo como objetivo valorizar los elementos históricos de la envolvente arquitectónica (marcos de madera y yeso, la chimenea de mármol original y las simetrías típicas de la arquitectura milanesa) al mismo tiempo que integraba un diseño contemporáneo y funcional en los interiores inspirados en el diseño escandinavo y japonés.
Este mix logró crear un ambiente relajante y sereno con una paleta de colores neutros y cálidos.
Por otro lado, se prestó una especial atención a las cualidades táctiles de los materiales naturales y la pasión por la artesanía.
Este contraste entre contenedores tradicionales y contenidos modernos crea un diálogo fascinante, donde la historia y el modernismo coexisten armoniosamente.
Así es este departamento "escondido" en el corazón de la capital de la moda
Nada más cruzar el umbral, la elegante entrada refleja la dicotomía entre tradición e innovación. Este espacio de transición, que no es completamente interior ni exterior, participa de ambos ámbitos.
El objetivo era reinterpretar este entorno como un lugar de conexión y acogida, enfatizando su función como filtro entre el exterior y el interior de la casa.
El piso, compuesto por varios mármoles y piedras, se despliega a lo largo de líneas que conectan idealmente la puerta de entrada del departamento con el acceso al living, desfasados entre sí. Dos paneles curvados de madera de roble decoran las paredes y abrazan el espacio. Un marco de hierro flameado separa la parte formal de la entrada de la informal, completando el ambiente con elegancia y funcionalidad.
El living, amplio y luminoso, está presidido por una escalera estratégicamente situada que divide la estancia de la cocina. Su diseño pretende recoger, casi como un mood board, los principales materiales y lenguajes utilizados en todo el depto.
En el centro, una chimenea de mármol negro Marquina separa la zona de estar de la zona de comedor.
Cuatro escalones de piedra en voladizo conducen a una plataforma de hierro flameado que conecta con la parte más lúdica del departamento: la sala de televisión en el piso superior.
El mismo revestimiento curvo presente en la entrada rodea la escalera, creando un hilo conductor en todo el depto.
En cuanto al mobiliario, fue fruto de una amplia investigación, encarna el espíritu de la vida milanesa en una fusión con la estética del diseño japonés y escandinavo.
Atravesando el bloque de la escalera se llega a la cocina. Allí un gran revestimiento blanco sirve de telón de fondo a la zona operativa, dominada por un largo paralelepípedo de piedra rematado, también en este caso, por una lámina de madera plegada.
Al cruzar la entrada, se pasa a la zona de noche, donde se prestó atención al diseño para maximizar el espacio de almacenamiento sin perder elegancia.
Por otro lado, los muebles están dispuestos para ofrecer una solución práctica y ordenada, integrando armarios y compartimentos ocultos que satisfacen las necesidades cotidianas de la vida moderna.
En los baños, la regla de la continuidad de los acabados juega un papel crucial para crear una atmósfera uniforme y relajante.
Los materiales nobles y los tonos suaves envuelven toda la casa, ofreciendo una sensación de confort y sofisticación.
Las superficies y los detalles texturizados invitan a una experiencia sensorial única, transformando los baños en un verdadero santuario de bienestar.
Cada detalle juega con el equilibrio entre los materiales nobles, las líneas limpias y una estética inspirada en el diseño escandinavo y japonés, haciendo de este departamento no solo un espacio habitable, sino una experiencia sensorial y visual, donde el pasado y el presente dialogan armoniosamente.
Ficha técnica
Ubicación: Milán, Italia
Arquitectos: AIM
Área: 160 m2
Año: 2023
Fotos: Simone Bossi
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