Reino Fungi de Julio Oropel y José Luis Zacarías Otiñano es uno de los espacios más fascinantes de Casa FOA 2023 Parque de la Innovación, y también uno de los más premiados de la actual edición de la exposición de arquitectura, diseño, decoración e industria.
El espacio número 12 en el ex edificio del Tiro Federal, en el barrio de Núñez, donde se realiza Casa FOA 2023 ya obtuvo la Medalla de Plata a la Arquitectura y Diseño Casa FOA 2023, el Premio a la Creatividad e Innovación en el Desarrollo del Producto y el Premio a la Mejor Instalación Artística.
Y el público ya eligió el hall central diseñado por Oropel y Otiñano como uno de los lugares más fotografiados de la edición 2023 de la muestra.
Así es Reino Fungi en Casa FOA 2023
El Tiro Federal Argentino funcionó en una obra arquitectónica erigida en 1937, y desde 2005 Monumento Histórico Nacional debido a su singularidad como edificio ícono del racionalismo.
Su hall central se destaca por una propuesta concéntrica racionalista, con protagonismo del óculo central, y geometrías circulares a su alrededor. Y en cuanto a su construcción, hay materiales nobles, pisos graníticos y mármol.
Y en ese espacio el arquitecto Julio Oropel y el diseñador José Luis Zacarías Otiñano llevaron adelante su original propuesta para Casa FOA 2023 Parque de la Innovación.
“Este imponente hall de ingreso es convertido por nuestro estudio en un lugar que funciona como punto de encuentro a un mundo de posibilidades ilimitadas donde la ciencia, la naturaleza, la tecnología y la creatividad van de la mano”, explicaron su proyecto.
Reino Fungi es una conjunción de diseño + arte + naturaleza, y el resultado es una sugerente “granja urbana”. “Una geometría básica de contemplación y cobijo. El planteo respeta la centralidad del espacio y parte de un elemento circular etéreo, sustentado por columna central”, la describen sus creadores.
Todo es de metal blanco, y en la estructura aérea circular crecen las gírgolas y especies de hongos, como Black Pearl, gírgolas doradas y rosadas, Pioppino y Ganoderma Lucidum, en un ambiente controlado con luz y humedad.
También se destacan 100 bancos de hormigón blanco modelo Yembé de Vanka con “morfología fungi” y tomados entre sí por planchuela de metal pintada a horno color blanco, lo que constituye una estructura “solidaria” que se extiende y ramifica, como micelios.
De eso se trata el espacio de contemplación al que hacen referencia sus autores.
Y el espacio se extiende hacia una imponente escalera en cuyas paredes Julio Oropel y José Luis Zacarías Otiñano colocaron platos de metal blanco. Y al pie de la escalera, cuatro mesas de cemento blanco -también de Vanka modelo Yembé- se combinan con esculturas orgánicas de Florencia Echevarria (Ungallery).
En el espacio de Reino Fungi lo viejo y lo nuevo, está pintado en blanco quirúrgico, respetando la estética racionalista original, y el piso granítico, la “boisserie” de mármol y la escalera son originales y pulidos para Casa FOA 2023. Y la instalación central metálica se reciclará luego de la muestra en juegos para chicos en plaza pública.
“El objetivo es plantear el desarrollo de un espacio de reunión, con el poder de hacer que la gente conozca sobre materiales naturales y biodegradables y el potencial del uso del micelio en diseño”, explicó la dupla creativa sobre su proyecto.
“Ilustra la infinita fuente de inspiración que puede ser la naturaleza, tanto estética como estructuralmente. La forma general de la estructura de micelio tiene una sensación sacra, una metáfora para reflexionar sobre nuevas ideas al diseñar espacios”.
Reino Fungi representa una simbiosis de naturaleza, cultura y tecnología, e invita a pensar el mundo desde la diversidad cultural y biológica. “Nos lleva a desplazar el centro de lo humano hasta llegar al ideal del simbioceno, como estrategia para sobrevivir en este mundo afligido por las crisis ambientales”.
Es una propuesta conceptual que gira en torno al pensamiento ecológico y evolutivo sobre la interconexión de la vida.
“Pretende explorar un mundo donde el hacer humano, el arte, la cultura y la acción son mutuamente dependientes y benefician la salud de todos los ecosistemas -expresa Julio Oropel- El visitante se convierte en protagonista, curando su propia vivencia. Nosotros, los diseñadores, cuestionamos y redefinimos la ecología del entorno de vida humana. Y el papel del bioarte es clave en esta transición a la era posterior al Antropoceno, en la que el hombre ya no es el centro sino que vive en simbiosis con la naturaleza, la cultura y la tecnología”.
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