En Capitán Juan de San Martin 1596, Boulogne, hay una casa que fue traída toda desarmada de la zona de Fukui, ubicada a unos 300 kilómetros de Kioto y que, luego, fue montada en este predio bonaerense para convertirse en museo.
En esta nota, Mariela Blanco (@marielablancoperiodista), periodista y autora de "Leyendas de ladrillos y adoquines" nos cuenta la historia de esta antigua casona que se esconde un rincón de San Isidro.
Una “Minka” es un tipo de vivienda campesina que forma parte de la más pura tradición arquitectónica japonesa. Significa: "Casas de la gente".
Particularmente, esta tiene casi 300 años y hoy funciona como museo gracias a Guillermo Bierregaard y su esposa Patricia, quienes luego de vivir más de 30 años en Japón por cuestiones laborales, decidieron regresar a sus raíces pero con la Minka a cuestas.
En 1984, la casa llegó en un buque a Buenos Aires, desarmada en módulos, junto a cuatro carpinteros japoneses especializados ya que tuvo que volver a armarse como un juego de encastres.
Literalmente hablando, la casa no tiene tornillos. Los arquitectos que la visitan quedan boquiabiertos al ver la forma de construcción sin remaches. Tiene una base de piedra con columnas y vigas de pino colorado, sogas, cañas, bambú y vidrio.
El jardín fue diseñado bajo los conceptos de la arquitectura japonesa y tiene esculturas fabulosas.
Hoy la Minka alberga la mayor colección de arte moderno y contemporáneo japonés "curado" fuera de Japón y presentada en la única casa japonesa original de casi 300 años adaptada para Museo por el arquitecto Junzo Yoshimura.
La colección está integrada por unas 850 piezas realizadas por los designados Tesoros Nacionales Vivientes de Japón, una verdadera "perlita" en la Provincia de Buenos Aires que no mucha gente conoce.
Las visitas deben coordinarse previamente por email: [email protected]