Los espacios chicos suelen dar un trabajo extra a la hora de planificar su diseño y decoración. En el caso de las cocinas, al tratarse de uno de los ambientes más importantes de la casa, resulta imprescindible aprovechar al máximo cada centímetro disponible para ganar funcionalidad sin resignar lo que te gusta y el estilo.
Aquí, una selección de 7 trucos para lograrlo.
1. Colores y materiales unificados
En espacios chicos, rige la regla menos es más. Por eso, una de las buenas medidas para hacer que el espacio parezca más amplio o que no abrume, es unificar colores y materiales. Por ejemplo, podés usar el mismo material para mesadas y alzadas, y apostar por el blanco absoluto o jugar con la monocromía con cualquier otro color.
2. Aprovechar la altura
En una cocina mini resulta fundamental aprovechar al máximo toda la altura disponible y hacer que las alacenas superiores lleguen hasta el techo. De esta manera, se multiplica el espacio de guardado contribuyendo a mantener el orden, la organización y la funcionalidad. Aunque se necesite subir a un banco, se va a ganar mucho en espacios de almacenamiento que de seguro, hace falta.
3. Estantes abiertos
Está claro que a mayor cantidad de alacenas, más espacio de guardado. Pero si la cocina es chica, los estantes abiertos son los mejores aliados para sumar espacio de almacenaje pero también un punto focal súper deco y muy de moda. Además, al ser abiertos, permiten ver en fondo de la pared y no recargan el espacio como las alacenas cerradas. Se recomienda colocarlos en lugares angostos y en esquinas.
4. Griferías altas y piletas simples
La mayoría de las cocinas mini suelen tener mesadas XS. Sin embargo, es clave no instalar la pileta más chica del mercado ya que terminará resultando incómoda y poco funcional. En estos casos, siempre conviene apostar por piletas simples y griferías bien altas para ganar operatividad y estilizar.
5. Abrir paredes para sumar barras en la cocina
Pensando en una alternativa que incluya construcción, nada más funcional que derribar paredes o tabiques que separan a la cocina del living para apostar por un concepto abierto, utilizando una barra a modo de separación. De esta manera, no sólo se gana una continuidad visual sino también funcionalidad ya que se puede usar la barra como espacio de guardado, cocción, apoyo o simplemente como mesa.
6. Mesas plegables
Cuando no hay lugar para una mesa, nada mejor que recurrir a las plegables. Se trata de un recurso cómodo, práctico y flexible, que se puede cerrar y guardar cuando no está en uso para que no ocupe espacio.
7. Una buena iluminación
La luz natural es una gran aliada para generar una sensación de amplitud en espacios reducidos. Pero cuando es escasa, hay que acudir a una buena iluminación artificial tanto sobre el plano de trabajo como en el resto de la cocina. Se recomienda apostar por focos fríos para ver los colores con más claridad.