Las cocinas de obra son una excelente alternativa para las viviendas actuales. Si bien es innegable que son típicas de las casas de campo, con una combinación adecuada de elementos y accesorios, también pueden ser de lo más modernas y minimalistas.
Qué son las cocinas de obra
Para que te des una idea, se trata de cocinas que se construyen en el lugar. Esto quiere decir que no cuentan con el tradicional amoblamiento de madera -u otros materiales- sino que están compuestas en mayor o menor medida, de módulos realizados con albañilería.
Los materiales más utilizados para cumplir con esta función son: escayola, ladrillo y microcemento, y se pueden revestir del material que se desee.
Esta tendencia en alza para diseñar y construir una cocina, resulta mucho más económica en comparación a un mobiliario convencional, lo que la convierte en una alternativa accesible.
Cuándo optar por esta tendencia
Esta elección puede ser la solución perfecta para los problemas de espacio ya que permiten aprovechar al máximo el espacio disponible y además se adapta a los "rincones difíciles" como esquinas, techos inclinados, espacios entre columnas, etc.
Ventajas
- Se adaptan con facilidad a cualquier espacio y estilo decorativo.
- Aprovechan mejor los metros cuadrados.
- Son resistentes y no se deterioran.
- Se diseñan según gustos y necesidades.
- El mercado actual ofrece una gran variedad de materiales y acabados.
- Se construyen rápido y de manera limpia (en seco).
- Son más accesibles.
Desventajas
- Dificultad para realizar grandes cambios (hay que demoler).
- Complicaciones asociadas a la obra.
- Pueden resultar menos prácticas si no se tiene en cuenta la distribución.