Símbolo de elegancia y modernidad el blanco es "el rey de los tonos" y se consagra como uno de los preferidos para el mundo del interiorismo. Y es que además de combinar con todo, es pura luz y ¡no se vence! porque el blanco siempre está vigente. Definitivamente, es un comodín en decoración.
La cocina en blanco siempre es una buena idea
El total white se lleva bien con todos los estilos de decoración, desde el más clásico hasta el más vanguardista.
En las cocinas, podés encontrarlo en distintas variantes: sólo en el bajomesada o en la alacena, en algunas -o todas- las paredes, o en una apuesta a full que impone el blanco de piso a techo.
Detalles en dorado, bronce, plata, mármol, negro, hierro y madera le marcan un rico contraste y contribuyen a lucir aún más su espíritu elegante.
Además, podés complementar el total white con islas, electrodomésticos o accesorios de cualquier color que nunca vas a fallar. ¡Todo le queda bien!.
La opción monocromática también le queda perfecta.
Combinaciones exitosas
Blanco + madera: una combinación moderna pero también súper cálida y acogedora. Se puede aplicar el blanco para una de las dos líneas de amoblamientos y dejar la madera -clara u oscura- para la otra parte.
Blanco + cobre o dorado: es una de las más utilizadas. Muebles blancos con herrajes en cobre o dorado forman una dupla que irresistible. El oro y el cobre también se suman en las griferías y quedan muy elegante.
Blanco + gris: la variante más popular de esta combinación se sustenta sobre una base blanca -paredes, mesadas, techo y piso-, con el gris explayándose en los muebles -bajo mesadas y alacenas-. ¡No falla!.
Blanco + negro: elegante, sofisticada y muy moderna, esta dupla es una de las favoritas y una de las variantes más elegidas consiste en aplicar el blanco en su totalidad y sumar el negro a través de las griferías, electrodomésticos o en detalles decorativos como banquetas, lámparas de techo, etc.
Blanco + blanco: en el extremo de esta tendencia se encuentran aquellas cocinas que apuestan todas las fichas a este color que nunca pasa de moda. Y así el blanco se extiende por muebles, mesadas, paredes, luminarias, electrodomésticos e incluso griferías y otros detalles.
Ventajas
Optar por una cocina en blanco es apostar por la luminosidad y amplitud, ya que este color refleja el 96% de la luz que recibe y genera un efecto visual de ligereza, convirtiéndose así en el candidato ideal para espacios reducidos y oscuros.
Desventajas
Tal vez en su punto débil está su mayor virtud: una cocina en blanco total exige limpieza ya que es un color que no disimula la falta de la misma. Sin embargo, mantener este ambiente siempre limpio, es fundamental.