Puede ser que no la conozcas por su nombre, pero seguro que la viste alguna vez. El cóleo o cretona es una de las típicas plantas que tenía la abuela en el jardín y que hoy se metieron en los ambientes y se convirtieron en tendencia deco.
Coleus blumei (su nombre científico) es una especie "de toda la vida" y una de las más resistentes y fáciles de mantener. Pero además de estas cualidades, es una explosión de color y belleza absoluta.
Así que si te gustaría sumar un toque único y natural a tus ambientes pero creés que lo tuyo con las plantas es una batalla perdida, probá con esta variedad. Acá te contamos todas sus curiosidades y cuidados para que la conozcas mejor y te animes a tenerla en tu casa.
Cóleo: la planta más llamativa y resistente
Nativa del sudeste asiático, esta planta tropical enamora a primera vista con sus originales hojas dentadas y aterciopeladas que hacen gala de una colorida gama de colores que va del verde al fucsia, pasando por el negro y el granate oscuro. Una belleza.
De porte semiarbustivo, el cóleo puede alcanzar en poco tiempo el metro de altura, aunque cultivado en maceta no suele superar los 50cm.
Cómo cuidar el cóleo
- Luz y ubicación: necesita un espacio (interior o exterior) con buena luz natural para que los colores mantengan su intensidad. Es clave evitar que le dé el sol directo, ya que podría quemar sus hojas.
- Temperatura: al ser de origen tropical, agradece entornos cálidos que oscilen en los 22°C. No resiste las heladas ni fríos por debajo de los 10°C.
- Riego: frecuente pero moderado. Lo ideal es mantener siempre el sustrato ligeramente húmedo pero sin encharcar.
- Sustrato: si bien no es exigente, agradece un suelo ligeramente ácido y con un buen drenaje que evite los encharcamientos.
- Fertilizante: para contribuir a su crecimiento y potenciar sus colores se le puede aplicar abono líquido con el agua de riego. Se recomienda hacerlo cada 15 días durante los meses de primavera y verano.