Podríamos decir que las margaritas son una de las flores más populares que existen y están guardadas en la memoria de muchos. Y es que todos alguna vez nos entregamos al azar y jugamos con los pétalos de esta planta al "me quiere, no me quiere". ¡Qué recuerdos!
Ahora bien, más allá del resultado de ese inocente juego de la infancia, esta flor se consagra como una de las favoritas para cultivar en casa, ya sea en interiores o exteriores.
Curiosidades de las margaritas
Delicadas, alegres y luminosas, las margaritas no son solo un tipo de flor sino que se trata de un término genérico que comprende un total de 42 variedades diferentes de plantas que reciben nombres locales.
El nombre botánico de la margarita, Leucanthemum, proviene del griego y significa "flor blanca". Pero la realidad es que las margaritas no necesariamente tienen que mostrar pétalos blancos, también pueden ser de color amarillo, rosa o violeta, entre otros.
La variedad más típica es la margarita mayor, también conocida por su nombre científico como Leucanthemum vulgare, con flores blancas y un centro espectacular en dorado.
También está la margarita africana, muy similar a la margarita común pero un poco más grande y con flores que pueden ser de diferentes colores y combinaciones.
La mayoría de las margaritas tienen flores simples y proporcionan alimento para abejas, mariposas y otros insectos polinizadores durante los meses de verano.
En la naturaleza, las margaritas crecen en pequeños grupos. Con una altura de entre 50cm a 1m, se encuentran entre las flores silvestres más grandes.
Cómo cultivar margaritas en casa
Hay dos opciones:
- Comprar margaritas jóvenes tempranas en viveros y plantarlas directamente en tierra o en una maceta. (Un tip: quedan más lindas si se plantan en grupos pequeños).
- Cultivar las plantas jóvenes en bandejas de semillas o potes de yogurt, o sembrarlas directamente al aire libre.
La mayoría de las margaritas son germinadoras ligeras, por lo que se recomienda cubrir las semillas con un poco de tierra fina, tanto en la bandeja de semillas como en la tierra.
No hay que colocar plantas jóvenes de margaritas al aire libre hasta la primavera, de lo contrario, las heladas nocturnas podrían afectarlas.
Cómo cuidar las margaritas
- Luz: pleno sol, ya que ayuda a que su floración sea espléndida y abundante.
- Ubicación: una buena idea es ubicarlas en exteriores en una maceta situada en alto para que las ramas de la planta caigan hacia abajo.
- Temperatura: prefieren las temperaturas cálidas que oscilen alrededor de los 20ºC. No toleran el frío extremo ni las heladas muy intensas y frecuentes, por lo que si están cultivadas en macetas, en invierno conviene entrarlas o protegerlas con telas anti heladas.
- Riegos: poco frecuentes y moderados. Lo ideal es hacerlo dos o tres veces por semana, aumentando o reduciendo la frecuencia según el clima.
- Fertilizante: para contribuir a su crecimiento se le puede aplicar una dosis de abono para plantas con flor cada quince días, desde finales de la primavera hasta comienzos del otoño.
- Poda: las flores secas y muertas no se caen solas, por lo que se recomienda realizar una poda de limpieza regularmente para que puedan volver a formarse nuevas flores. Antes de las heladas conviene podarlas y reducirlas a dos tercios. Para algunas variedades, el mejor momento para hacerlo es antes de la primavera.
Fotos: Pinterest.
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